Almas del purgatorio: Hermann Göring vino a pedir ayuda, Hitler está en el infierno/ Maria Simma
MARIA SIMMA: "HITLER ESTÁ EN EL INFIERNO".
"Las almas del purgatorio han dicho que algo muy importante está a las puertas, vendrá de Dios y será para la conversión de todos. Dios hará muy clara su existencia, pero aun así no todos convertirán sus corazones hacía Él."
—¿De qué modo pueden las almas mostrarse a sus familiares?
—El más común es llamando con golpes. Un amigo mío lo experimentó y contó los golpes para determinar cuántas misas necesitaba en particular esa alma. Nunca más volvió a escuchar los golpes cuando cumplió el número de misas que habían pedido. Y cuando volvió a suceder en otra ocasión, sabía que se trataba de un alma distinta porque dio una cantidad de golpes diferentes y porque los dio en otra zona de la habitación. Las almas también pueden llamarnos por nuestros nombres. Algunas veces podemos reconocer la voz con total claridad y eso nos sirve de recordatorio para rezar por esa determinada persona. Las almas también pueden volverse aún más activas causando, lo que llaman, actividades poltergeist. Por ejemplo, si nos encontramos en el suelo el reloj que estaba colgado de la pared la tarde anterior; o si se cierran las ventanas o se abren las puertas de golpe. Todo esto ocurre solo para atraer nuestra atención y para estimular nuestras oraciones por ellas. Son almas que necesitan mucha atención, porque se encuentran en los niveles más profundos del purgatorio. Pueden escucharse también pisadas en el piso superior, o pueden dejar una pista precisa para que sepamos inmediatamente de quién se trata.
—¿Solamente se aparecen a los miembros de sus propias familias?
—En la mayoría de los casos sí, pero en algunos casos se aparecen a amigos muy cercanos o a gente como yo, a quien Dios le ha encomendado que dedique mucho tiempo a rezar por ellas y ayudarlas. He oído hablar de personas a quienes se les aparecen amigos que fueron muy cercanos cuando eran niños, que van a ellos tiempo después de haber fallecido. Como regla general, se aparecen a aquellos que los han querido mucho, a los más sensibles, a los más afectuosos y/o a quienes más rezan. Pero conozco casos en los que algunas almas del purgatorio se han manifestado a personas a las que no habían conocido en vida y también a personas que les guardaban rencor en el corazón. Un granjero al que conocía estaba construyendo una ampliación a su granero, y cuando llegaba a cierta altura con una de las paredes, al día siguiente aparecía caída. Había levantado muchas paredes en su vida y esta le estaba causando demasiados problemas. Llamó incluso a albañiles profesionales para que lo ayudaran y le dijeran qué estaba haciendo mal, pero le afirmaron que había estado haciendo todo bien desde el primer momento.
Me llamaron para que fuera a verle y, por supuesto, fui. Le pregunté sobre su familia y su granja, y si sabía de alguien a quien necesitara perdonar. Al principio no podía acordarse, pero cavé un poco más hondo y se le aclaró la memoria. Hacía unos años había tenido un vecino que siempre decía cosas desagradables acerca de su esposa. Ese hombre murió y se mudaron otras personas a ese lugar. Al principio se había negado a perdonarlo diciendo que su vecino se merecía todo lo que había recibido, y que no le perdonaría jamás sus groserías. Entonces le expliqué amablemente que debemos perdonarnos para acercarnos más a Dios y que si no lo hacía, no solo dañaba a los demás sino que se estaba garantizando sufrir mucho más adelante. Entonces lo entendió y nunca más volvió a tener problema alguno con esa pared.
—¿De qué otro modo se nos pueden mostrar las almas a sí mismas?
—En sueños, pero raramente lo hacen así y no se puede confiar mucho en esto. En los sueños han de pedirnos oraciones, algo que abra su camino hacia el Cielo; si no, entonces está ocurriendo otra cosa.
—Sin contar a aquellos a quienes ya conocía personalmente en vida, ¿han venido a usted almas a quienes reconoció como personas famosas?
—Sí, hay personas famosas que han sido liberadas porque sus familiares vinieron a verme para que los ayudara. Por ejemplo, Marshal Hermann Göring, nazi infame, se me presentó porque su familia había venido a verme en busca de ayuda. Ahora está en el Cielo. Dios no dejó de amarlo y todavía lo ama. Nunca debemos juzgar. También me han visitado otras personas famosas. Una vez vino un hombre, y aunque no podía saber de dónde venía o cuándo había vivido, supe inmediatamente que se trataba de alguien importante por la forma en que se movía y por su vestimenta. Cuando le pregunté qué necesitaba de mí, me lo dijo y luego agregó: "Soy el papa Pablo". Al principio dudé, pensando que podía tratarse de un engaño del demonio: "No, no lo eres", le dije. "¡Conocí al papa Pablo y tú no eres él!". "Soy el papa Pablo IV, no Pablo VI". Había estado en el purgatorio desde mediados del siglo XVI porque durante su pontificado podría haber hecho mucho más de lo que hizo. Me parece que también había ordenado que los judíos de Roma se agruparan en guetos, algo que ciertamente no estaba en los planes de Dios. En este caso, por supuesto, no fueron sus descendientes quienes vinieron a verme para preguntar por él (risas).
—Así que un conocido nazi ha pasado mucho menos tiempo en el purgatorio que un Papa. Algunas personas pensarían entonces que es mejor ser nazi que sacerdote, obispo e, incluso, Papa.
—¡No, por Dios, no! La diferencia en la expiación que necesita cada uno se debe a que al Papa se le había revelado mucho más de la verdad de Dios que a Hermann Göring. Y el padre Matt también me contó que Göring había sido conducido mediante engaños a esa horrible situación, con relativamente pocos medios para protegerse. El amor y la justicia de Dios, igualmente infinitos, equilibraron estas diferencias; y hoy en día ambos se encuentran en el Cielo con Él, pero ciertamente no en el mismo nivel.
—Cuando me vaya, ¿puedo darle el nombre de un personaje famoso del que me gustaría preguntar?
—Sí, por supuesto.
—Me gustaría saber qué fue del presidente Kennedy, que como usted ya sabe, fue muy querido por muchos americanos e irlandeses, al igual que por otros millones de personas en el mundo entero.
—¡No hace falta que lo pregunte!
—¿Qué quiere decir?
—Llegó al Cielo rápidamente después de su asesinato. Un alma me lo dijo, aun cuando tampoco en su caso se acercó hasta aquí nadie de su familia para preguntar por él.
—¡Excelente! ¿Puedo preguntar entonces por su hermano Robert F. Kennedy, que también fue asesinado años después?
—Por supuesto que puede. Si recuerdo correctamente, murió con un rosario en las manos y eso significaría ciertamente que Nuestra Señora estaba con él y, por lo tanto, está bien, estoy segura. Además, me han comentado que sus últimas palabras fueron: "¿Hay alguien herido?". Esto nos dice aún más del amor que había en su alma. Pero sí, puede escribir su nombre para mí más tarde.
—¿Siglo XVI? Eso me ha llamado la atención. ¿Hay otras almas que hayan sufrido en el purgatorio tanto tiempo y que hayan venido después a usted en busca de ayuda?
—Sí, me pidieron que ayudara a un oficial que murió en Corintia en 1660. Y también a un sacerdote de Cologne que murió en el año 555. Tuve que aceptar lo que necesitaba totalmente por mi cuenta, de otro modo hubiese permanecido en el purgatorio hasta el último día. Había tomado parte en el martirio de unos seguidores de santa Úrsula. También puedo recordar los años 1740 y 1810, pero me he olvidado ahora de quiénes se trataban.
—¿Le han contado las almas algo específico acerca de su propio futuro?
—No en detalle, pero en varias ocasiones han dicho que algo muy importante está a las puertas, justo enfrente de nosotros; pero no sé si todavía estaré aquí para verlo. Como dije anteriormente, vendrá de Dios y será para la conversión de todos. Dios hará muy clara su existencia, pero aun así no todos convertirán sus corazones hacía Él. Aparte de esto, solamente recibo advertencias o directivas para otras personas, como en la avalancha de la que le hablé anteriormente.
(...)
—¿Los animales son sensibles a la presencia de las benditas ánimas del purgatorio?
—Sí, las perciben, en especial los caballos, perros y pollos. He oído de muchos casos de caballos que rehúsan pasar al lado de una casa determinada y luego se precisó que había almas dando vueltas por allí tratando de llamar la atención.
—Usted menciona a los perros. Bueno, las almas del purgatorio deben saber, por supuesto, que los perros son felices cuando se les dan órdenes. ¿Sabe si las almas pueden darle una orden a un perro, por ejemplo, para ir a buscar a su dueño porque el granero está en peligro?
—No, no ocurre así porque los perros no tienen alma. Pero cuando se trata de animales, santa Hildegarda de Bingen sí expresó que Satanás odia a los perros más que a cualquier otro animal porque se encuentran muy cerca de los hombres, y puedo contar que trató una vez de molestarme en este aspecto. Una tarde
apareció de repente en mi cuarto un perro que saltaba de un lado a otro y ladraba e hizo el tonto durante unos minutos hasta que le ordené en el nombre de Jesús que se fuera.
—Bueno, ¿cree que Hitler ha podido haber ido al Cielo después de todo?
—Sé, por otro lado, que está en el infierno. Y esto es así porque se ha identificado en personas poseídas mientras se estaba rezando por ellas.
"Las almas del purgatorio han dicho que algo muy importante está a las puertas, vendrá de Dios y será para la conversión de todos. Dios hará muy clara su existencia, pero aun así no todos convertirán sus corazones hacía Él."
—¿De qué modo pueden las almas mostrarse a sus familiares?
—El más común es llamando con golpes. Un amigo mío lo experimentó y contó los golpes para determinar cuántas misas necesitaba en particular esa alma. Nunca más volvió a escuchar los golpes cuando cumplió el número de misas que habían pedido. Y cuando volvió a suceder en otra ocasión, sabía que se trataba de un alma distinta porque dio una cantidad de golpes diferentes y porque los dio en otra zona de la habitación. Las almas también pueden llamarnos por nuestros nombres. Algunas veces podemos reconocer la voz con total claridad y eso nos sirve de recordatorio para rezar por esa determinada persona. Las almas también pueden volverse aún más activas causando, lo que llaman, actividades poltergeist. Por ejemplo, si nos encontramos en el suelo el reloj que estaba colgado de la pared la tarde anterior; o si se cierran las ventanas o se abren las puertas de golpe. Todo esto ocurre solo para atraer nuestra atención y para estimular nuestras oraciones por ellas. Son almas que necesitan mucha atención, porque se encuentran en los niveles más profundos del purgatorio. Pueden escucharse también pisadas en el piso superior, o pueden dejar una pista precisa para que sepamos inmediatamente de quién se trata.
—¿Solamente se aparecen a los miembros de sus propias familias?
—En la mayoría de los casos sí, pero en algunos casos se aparecen a amigos muy cercanos o a gente como yo, a quien Dios le ha encomendado que dedique mucho tiempo a rezar por ellas y ayudarlas. He oído hablar de personas a quienes se les aparecen amigos que fueron muy cercanos cuando eran niños, que van a ellos tiempo después de haber fallecido. Como regla general, se aparecen a aquellos que los han querido mucho, a los más sensibles, a los más afectuosos y/o a quienes más rezan. Pero conozco casos en los que algunas almas del purgatorio se han manifestado a personas a las que no habían conocido en vida y también a personas que les guardaban rencor en el corazón. Un granjero al que conocía estaba construyendo una ampliación a su granero, y cuando llegaba a cierta altura con una de las paredes, al día siguiente aparecía caída. Había levantado muchas paredes en su vida y esta le estaba causando demasiados problemas. Llamó incluso a albañiles profesionales para que lo ayudaran y le dijeran qué estaba haciendo mal, pero le afirmaron que había estado haciendo todo bien desde el primer momento.
Me llamaron para que fuera a verle y, por supuesto, fui. Le pregunté sobre su familia y su granja, y si sabía de alguien a quien necesitara perdonar. Al principio no podía acordarse, pero cavé un poco más hondo y se le aclaró la memoria. Hacía unos años había tenido un vecino que siempre decía cosas desagradables acerca de su esposa. Ese hombre murió y se mudaron otras personas a ese lugar. Al principio se había negado a perdonarlo diciendo que su vecino se merecía todo lo que había recibido, y que no le perdonaría jamás sus groserías. Entonces le expliqué amablemente que debemos perdonarnos para acercarnos más a Dios y que si no lo hacía, no solo dañaba a los demás sino que se estaba garantizando sufrir mucho más adelante. Entonces lo entendió y nunca más volvió a tener problema alguno con esa pared.
—¿De qué otro modo se nos pueden mostrar las almas a sí mismas?
—En sueños, pero raramente lo hacen así y no se puede confiar mucho en esto. En los sueños han de pedirnos oraciones, algo que abra su camino hacia el Cielo; si no, entonces está ocurriendo otra cosa.
—Sin contar a aquellos a quienes ya conocía personalmente en vida, ¿han venido a usted almas a quienes reconoció como personas famosas?
—Sí, hay personas famosas que han sido liberadas porque sus familiares vinieron a verme para que los ayudara. Por ejemplo, Marshal Hermann Göring, nazi infame, se me presentó porque su familia había venido a verme en busca de ayuda. Ahora está en el Cielo. Dios no dejó de amarlo y todavía lo ama. Nunca debemos juzgar. También me han visitado otras personas famosas. Una vez vino un hombre, y aunque no podía saber de dónde venía o cuándo había vivido, supe inmediatamente que se trataba de alguien importante por la forma en que se movía y por su vestimenta. Cuando le pregunté qué necesitaba de mí, me lo dijo y luego agregó: "Soy el papa Pablo". Al principio dudé, pensando que podía tratarse de un engaño del demonio: "No, no lo eres", le dije. "¡Conocí al papa Pablo y tú no eres él!". "Soy el papa Pablo IV, no Pablo VI". Había estado en el purgatorio desde mediados del siglo XVI porque durante su pontificado podría haber hecho mucho más de lo que hizo. Me parece que también había ordenado que los judíos de Roma se agruparan en guetos, algo que ciertamente no estaba en los planes de Dios. En este caso, por supuesto, no fueron sus descendientes quienes vinieron a verme para preguntar por él (risas).
—Así que un conocido nazi ha pasado mucho menos tiempo en el purgatorio que un Papa. Algunas personas pensarían entonces que es mejor ser nazi que sacerdote, obispo e, incluso, Papa.
—¡No, por Dios, no! La diferencia en la expiación que necesita cada uno se debe a que al Papa se le había revelado mucho más de la verdad de Dios que a Hermann Göring. Y el padre Matt también me contó que Göring había sido conducido mediante engaños a esa horrible situación, con relativamente pocos medios para protegerse. El amor y la justicia de Dios, igualmente infinitos, equilibraron estas diferencias; y hoy en día ambos se encuentran en el Cielo con Él, pero ciertamente no en el mismo nivel.
—Cuando me vaya, ¿puedo darle el nombre de un personaje famoso del que me gustaría preguntar?
—Sí, por supuesto.
—Me gustaría saber qué fue del presidente Kennedy, que como usted ya sabe, fue muy querido por muchos americanos e irlandeses, al igual que por otros millones de personas en el mundo entero.
—¡No hace falta que lo pregunte!
—¿Qué quiere decir?
—Llegó al Cielo rápidamente después de su asesinato. Un alma me lo dijo, aun cuando tampoco en su caso se acercó hasta aquí nadie de su familia para preguntar por él.
—¡Excelente! ¿Puedo preguntar entonces por su hermano Robert F. Kennedy, que también fue asesinado años después?
—Por supuesto que puede. Si recuerdo correctamente, murió con un rosario en las manos y eso significaría ciertamente que Nuestra Señora estaba con él y, por lo tanto, está bien, estoy segura. Además, me han comentado que sus últimas palabras fueron: "¿Hay alguien herido?". Esto nos dice aún más del amor que había en su alma. Pero sí, puede escribir su nombre para mí más tarde.
—¿Siglo XVI? Eso me ha llamado la atención. ¿Hay otras almas que hayan sufrido en el purgatorio tanto tiempo y que hayan venido después a usted en busca de ayuda?
—Sí, me pidieron que ayudara a un oficial que murió en Corintia en 1660. Y también a un sacerdote de Cologne que murió en el año 555. Tuve que aceptar lo que necesitaba totalmente por mi cuenta, de otro modo hubiese permanecido en el purgatorio hasta el último día. Había tomado parte en el martirio de unos seguidores de santa Úrsula. También puedo recordar los años 1740 y 1810, pero me he olvidado ahora de quiénes se trataban.
—¿Le han contado las almas algo específico acerca de su propio futuro?
—No en detalle, pero en varias ocasiones han dicho que algo muy importante está a las puertas, justo enfrente de nosotros; pero no sé si todavía estaré aquí para verlo. Como dije anteriormente, vendrá de Dios y será para la conversión de todos. Dios hará muy clara su existencia, pero aun así no todos convertirán sus corazones hacía Él. Aparte de esto, solamente recibo advertencias o directivas para otras personas, como en la avalancha de la que le hablé anteriormente.
(...)
—¿Los animales son sensibles a la presencia de las benditas ánimas del purgatorio?
—Sí, las perciben, en especial los caballos, perros y pollos. He oído de muchos casos de caballos que rehúsan pasar al lado de una casa determinada y luego se precisó que había almas dando vueltas por allí tratando de llamar la atención.
—Usted menciona a los perros. Bueno, las almas del purgatorio deben saber, por supuesto, que los perros son felices cuando se les dan órdenes. ¿Sabe si las almas pueden darle una orden a un perro, por ejemplo, para ir a buscar a su dueño porque el granero está en peligro?
—No, no ocurre así porque los perros no tienen alma. Pero cuando se trata de animales, santa Hildegarda de Bingen sí expresó que Satanás odia a los perros más que a cualquier otro animal porque se encuentran muy cerca de los hombres, y puedo contar que trató una vez de molestarme en este aspecto. Una tarde
apareció de repente en mi cuarto un perro que saltaba de un lado a otro y ladraba e hizo el tonto durante unos minutos hasta que le ordené en el nombre de Jesús que se fuera.
—Bueno, ¿cree que Hitler ha podido haber ido al Cielo después de todo?
—Sé, por otro lado, que está en el infierno. Y esto es así porque se ha identificado en personas poseídas mientras se estaba rezando por ellas.