Gottlob
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La doctrina cristiana es inseparable de la práctica pastoral

“El verdadero camino de la misericordia incluye no ocultar el sentido del sufrimiento”
Han sido las palabras de Mons. Reig Pla al referirse al debate sobre si los divorciados vueltos a casar pueden acceder al sacramento de la eucaristía, en la presentación del libro Eucaristía y divorcio: ¿hacia un cambio en la doctrina? del profesor José Granados.

La doctrina cristiana es inseparable de la práctica pastoral. Esta es la idea que Mons. Reig Pla ha querido destacar en la presentación del libro Eucaristía y divorcio: ¿hacia un cambio en la doctrina? del profesor José Granados García y publicado por la BAC. En un acto celebrado en la Universidad Francisco de Vitoria, el obispo de Alcalá ha alabado el trabajo realizado por el profesor Granados, al tiempo que señalaba las cuestiones más interesantes de su obra.

Mons. Reig Pla parte en su discurso, al igual que hace el profesor Granados en su libro, del debate suscitado durante el Sínodo de la Familia en torno a a la posibilidad de que los divorciados y casados de nuevo accedan a los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía. Para ello, se ha propuesto desde algunos sectores después del Sínodo que “no se trata de cambiar la doctrina [sobre la indisolubilidad del matrimonio] sino de “renovar” o “cambiar” la práctica pastoral”. Reig Pla señaló en la presentación, con palabras del Papa Francisco, que la doctrina cristiana no es una idea, sino que es Cristo mismo que debe tocar la vida entera de los cristianos. No se puede desvincular la doctrina de la práctica pastoral porque “en el bautismo el hombre recibe también una doctrina que profesar y una forma concreta de vivir, que implica a toda la persona”.

El realismo que se ha reivindicado durante el Sínodo debe implicar, para Mons. Reig Pla, que la Iglesia se esfuerce por conocer la realidad actual de la familia, pero no significa “rendirse a la realidad sociológica canonizando lo que destruye a las personas”. La Iglesia no puede disolver un matrimonio sacramental válido y consumado, y esto, tal y como señaló San Juan Pablo II, es una doctrina definitiva. La indisolubilidad del matrimonio no es un ideal al que hay que tender, sino que es un mandato que se recibe junto con el sacramento del matrimonio.

En su discurso, el obispo de Alcalá ha afirmado que la verdadera misericordia consiste en no ocultar el sentido del sufrimiento ni la cruz de Cristo, aunque para algunos sea una locura porque “la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres”.

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