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santo Tomas de Aquino meditaciones. Todo este libro, tanto en los conceptos como en las mismas palabras, es, en verdad, obra del piadosísimo Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino. Una sola cosa puede …Más
santo Tomas de Aquino meditaciones.

Todo este libro, tanto en los conceptos como en las mismas palabras, es, en verdad, obra del piadosísimo Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino. Una sola cosa puede atribuirse el recopilador como suya, a saber: haber buscado en todas las obras del gran Maestro todo lo más suave, piadoso y apropiado para fomentar la edificación, y haberlo distribuido por todos los días del año litúrgico1, con el fin de que se tuviese así reunida la esencia dulcísima de este admirable Cedro del Líbano, para poder tomarla y saborearla cada día, ya por medio de la lectura, ya por el esfuerzo mas atento de la meditación. No deben buscarse aquí, ciertamente, las meditaciones que tantas veces se publican para uso de los fieles, meditaciones enteramente acabadas, muy solícitas en indicar, a veces con excesiva prolijidad, no solamente las ideas para la inteligencia, sino también los afectos para el corazón y hasta los propósitos prácticos que deben sacarse, de suerte que apenas queda al que medita nada que hacer o investigar. Aquí, sin duda, sólo las ideas se presentan al espíritu, ideas breves, en estilo elevado, claras, firmes, pero ¡cuán llenas y fecundas, cuán saturadas de piedad y de verdadero amor de Dios! No son, ciertamente, raros los que, cansados del lenguaje excesivamente difuso de los libros, desean encontrar dentro de un estilo conciso de pocas palabras el pan de vida y entendimiento. Vayan al Doctor Angélico, que les dará no solamente amplia materia para meditar, sino también la más apta para reformar las costumbres, y también para nutrir y acrecentar el amor a nuestro Salvador.
FR. MÉZARD, O. P.