Kasper niega la resurrección corporal de Jesús
Puntos en los que Walter Kasper niega la Fe Católica:
Walter Kasper no cree en la Resurrección corporal de Jesús:
Kasper escribe: “Ningún texto del Nuevo Testamento afirma haber visto resucitar a Cristo”.
“cuando es cuestión de la Resurrección de Jesús, -escribe- pensamos, casi a pesar nuestro, en un cuadro como el de Matthias Grewald, donde Cristo sale glorificado de la tumba. Pero un primer golpe de vista sobre los datos de la tradición en el interior del Nuevo Testamento basta para mostrar que esta representación no se impone” (pág. 193). El motivo se dice rápidamente: “ningún testigo neotestamentario pretende haber observado personalmente la Resurrección” (pág. 194). Y aunque existiese ese testigo, Kasper no lo creeía: “las afirmaciones de la tradición neotestamentaria sobre la Resurrección de Jesús no son relatos simples, neutrales, sino confesiones y testimonios de creyentes” (pág. 195), los que, por ende para él, posiblemente sean mentirosos. En cuanto al relato de los Evangelios sobre el descubrimiento del sepulcro vacío, “debemos admitir que no tenemos aquí trazos históricos, sino procedimientos de estilo destinados a despertar la atención y producir un efecto de suspenso” (pág 191). Pero sobre todo no considera histórico la afirmación del hallazgo del sepucro vacío: “Lo que se subraya primero no es que la tumba esté vacía: es la Resurrección que es anunciada y la tumba se muestra luego como signo de esta fe” (pág 191). Podría tratarse pues sólo de una “etiología cultural” (pág. 192), es decir “de un relato destinado a justificar una celebración de culto” (pág. 192), en suma, ser un antiguo rito litúrgico. Y Kasper no duda de explicar: “Sabemos, por otro lado, que el ambiente judío de la época honraba las tumbas de los hombres renombrados. Puede ser, pues, que la comunidad primitiva de Jerusalén haya honrado la tumba de Jesús y que se haya reunido cada año el día aniversario de la Resurrección en la tumba vacía o cerca de ésta, para una celebración cultural, en cuyo transcurso se proclamaba la Buena Nueva de la Resurrección y se mostraba como signo de la tumba vacía” (pág 192).
Niega la Divinidad de Cristo:
Para Kasper, Jesús habría sido sólo un “Hombre” despojado de su “Yo soy Dios” ; dice que la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo es una invención de San Pablo y de San Juan.
“Muchos cristianos mismos dudan hoy a pronunciar esta afirmación (de Jesús, Hijo de Dios)“. “La objeción la más corriente y al mismo tiempo la más fundamental (sic) contra este reconocimiento es que conlleva un último resto de pensamiento mítico mal iluminado” (pág 244)
“Según los Evangelios sinópticos, Jesús no se designa nunca como Hijo de Dios. La denominación de Hijo de Dios proviene pues manifiestamente de la confesión de fe de la Iglesia” (pág. 162).
“Jesús mismo no se designó explícitamente ni por el título de Mesías ni por el de Hijo de Dios” (pág. 245).
Niega los Dogmas:
En su catecismo Alemán para Adultos dice :“los dogmas pueden ser unilaterales, superficiales, obstinados, estúpidos y prematuros.”
Niega los Milagros:
Los llama “leyendas” ”narraciones” no históricas.
Incluso dice que los milagros de los Evangelios, “pueden ser también interpretados como obras del diablo. En sí mismos, por consiguiente, no son tan claros y no son necesariamente prueba de la divinidad de Jesús.” (pág 141), (P. 129).
“debemos calificar de legendarias muchas historias de milagros contenidos en los Evangelios. Hay que buscar menos en estas leyendas su contenido histórico que su proyección teológica” (pág. 130)
“Tales milagros no podrían ser constatados verdaderamente sino sólo si conociéramos realmente todas las leyes de la naturaleza y si pudiésemos tener el conocimiento perfecto de cada caso particular” (pág. 132)
Niega la ascensión de Jesús:
Kasper Afirma que Jesús no ascendió a los Cielos. “Las nubes que ocultan a Jesús de la mirada asombrada de sus discípulos, no fueron un fenómeno meteorológico, sino un símbolo teológico.” (P. 203)
“Estas historias deben interpretarse a la luz de lo que ellas quieren expresar ”; donde se habla de un Señor resucitado que lo tocan con las manos y consume comidas con los discípulos, “no deben ser tomadas a la letra » (P. 192)
Ataca la Mariología:
En la “nota 69 “ escribe acerca de los “difíciles problemas teológicos-bíblicos que plantea la concepción virginal de María” . Es una temática que está “todavía abierta en el plano bíblico”.
Kasper, escribe hoy día: Como consecuencia de las investigaciones de la teología histórica somos propensos al replanteamiento.
Niega la infalibilidad de la Iglesia:
Walter Kasper al igual que Hans Küng no cree que la Iglesia guarde infaliblemente la revelación divina.
Walter Kasper no cree en la Resurrección corporal de Jesús:
Kasper escribe: “Ningún texto del Nuevo Testamento afirma haber visto resucitar a Cristo”.
“cuando es cuestión de la Resurrección de Jesús, -escribe- pensamos, casi a pesar nuestro, en un cuadro como el de Matthias Grewald, donde Cristo sale glorificado de la tumba. Pero un primer golpe de vista sobre los datos de la tradición en el interior del Nuevo Testamento basta para mostrar que esta representación no se impone” (pág. 193). El motivo se dice rápidamente: “ningún testigo neotestamentario pretende haber observado personalmente la Resurrección” (pág. 194). Y aunque existiese ese testigo, Kasper no lo creeía: “las afirmaciones de la tradición neotestamentaria sobre la Resurrección de Jesús no son relatos simples, neutrales, sino confesiones y testimonios de creyentes” (pág. 195), los que, por ende para él, posiblemente sean mentirosos. En cuanto al relato de los Evangelios sobre el descubrimiento del sepulcro vacío, “debemos admitir que no tenemos aquí trazos históricos, sino procedimientos de estilo destinados a despertar la atención y producir un efecto de suspenso” (pág 191). Pero sobre todo no considera histórico la afirmación del hallazgo del sepucro vacío: “Lo que se subraya primero no es que la tumba esté vacía: es la Resurrección que es anunciada y la tumba se muestra luego como signo de esta fe” (pág 191). Podría tratarse pues sólo de una “etiología cultural” (pág. 192), es decir “de un relato destinado a justificar una celebración de culto” (pág. 192), en suma, ser un antiguo rito litúrgico. Y Kasper no duda de explicar: “Sabemos, por otro lado, que el ambiente judío de la época honraba las tumbas de los hombres renombrados. Puede ser, pues, que la comunidad primitiva de Jerusalén haya honrado la tumba de Jesús y que se haya reunido cada año el día aniversario de la Resurrección en la tumba vacía o cerca de ésta, para una celebración cultural, en cuyo transcurso se proclamaba la Buena Nueva de la Resurrección y se mostraba como signo de la tumba vacía” (pág 192).
Niega la Divinidad de Cristo:
Para Kasper, Jesús habría sido sólo un “Hombre” despojado de su “Yo soy Dios” ; dice que la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo es una invención de San Pablo y de San Juan.
“Muchos cristianos mismos dudan hoy a pronunciar esta afirmación (de Jesús, Hijo de Dios)“. “La objeción la más corriente y al mismo tiempo la más fundamental (sic) contra este reconocimiento es que conlleva un último resto de pensamiento mítico mal iluminado” (pág 244)
“Según los Evangelios sinópticos, Jesús no se designa nunca como Hijo de Dios. La denominación de Hijo de Dios proviene pues manifiestamente de la confesión de fe de la Iglesia” (pág. 162).
“Jesús mismo no se designó explícitamente ni por el título de Mesías ni por el de Hijo de Dios” (pág. 245).
Niega los Dogmas:
En su catecismo Alemán para Adultos dice :“los dogmas pueden ser unilaterales, superficiales, obstinados, estúpidos y prematuros.”
Niega los Milagros:
Los llama “leyendas” ”narraciones” no históricas.
Incluso dice que los milagros de los Evangelios, “pueden ser también interpretados como obras del diablo. En sí mismos, por consiguiente, no son tan claros y no son necesariamente prueba de la divinidad de Jesús.” (pág 141), (P. 129).
“debemos calificar de legendarias muchas historias de milagros contenidos en los Evangelios. Hay que buscar menos en estas leyendas su contenido histórico que su proyección teológica” (pág. 130)
“Tales milagros no podrían ser constatados verdaderamente sino sólo si conociéramos realmente todas las leyes de la naturaleza y si pudiésemos tener el conocimiento perfecto de cada caso particular” (pág. 132)
Niega la ascensión de Jesús:
Kasper Afirma que Jesús no ascendió a los Cielos. “Las nubes que ocultan a Jesús de la mirada asombrada de sus discípulos, no fueron un fenómeno meteorológico, sino un símbolo teológico.” (P. 203)
“Estas historias deben interpretarse a la luz de lo que ellas quieren expresar ”; donde se habla de un Señor resucitado que lo tocan con las manos y consume comidas con los discípulos, “no deben ser tomadas a la letra » (P. 192)
Ataca la Mariología:
En la “nota 69 “ escribe acerca de los “difíciles problemas teológicos-bíblicos que plantea la concepción virginal de María” . Es una temática que está “todavía abierta en el plano bíblico”.
Kasper, escribe hoy día: Como consecuencia de las investigaciones de la teología histórica somos propensos al replanteamiento.
Niega la infalibilidad de la Iglesia:
Walter Kasper al igual que Hans Küng no cree que la Iglesia guarde infaliblemente la revelación divina.