SAN JOSÉ Y LA VIDA EN EL DESIERTO

La santa consagración al casto corazón de San José, marca el camino de la vida en el desierto.

El desierto será ese lugar de predilección escogido por Dios para hablar y probar el corazón del hombre. Lugar de encuentro y soledad pero propicio para la oración y el silencio contemplativo e interior del alma.

Camino de cruz donde también se experimentan las divinas agonías del amante corazón del carpintero, una senda que por momentos crea el vacío de la ausencia de Jesús; tres días de búsqueda donde los sagrados corazones de José y María fueron traspasados por la ausencia del divino infante.

Consagrarse al corazón castísimo de San José, arroja e impulsa el alma hacia la vida en el desierto donde todo se transforma en arena, polvo y silencio.