Lema 2013"Con Ceferino compartimos la alegría de la Fe" "En este año invitados, primero por el Papa Benedicto XVI y ahora por el Papa Francisco, vivimos un llamado especial a renovar nuestra FE. “…Más
Lema 2013"Con Ceferino compartimos la alegría de la Fe"

"En este año invitados, primero por el Papa Benedicto XVI y ahora por el Papa Francisco, vivimos un llamado especial a renovar nuestra FE. “Felices los que creen” nos dice Jesús. Felices entonces nosotros por este regalo de la FE.
Ceferino Namuncurá nos reúne como Pueblo de Dios, nos mira y lo miramos. Ese encuentro con Ceferino se hace más real cuando como peregrinos depositamos la mirada sobre su imagen, allí descubrimos algo maravilloso: la ternura y la cercanía de Dios. Esa ternura y cercanía de Dios es lo que Ceferino vivió y es lo que él nos contagia de una manera especial en esta peregrinación. Con Ceferino creemos en el amor de Dios Padre que se hace visible en su Hijo Jesús y presencia hoy en el Espíritu Santo.

Qué regalo grande vivir en la certeza del amor de Dios. Cuando recorremos las cartas que Ceferino escribió a su familia y amigos encontramos expresiones que manifiestan su alegría por el don de la FE. “estoy muy contento y doy gracias por conocer y creer en Dios”.
Como peregrinos “Con Ceferino compartimos la alegría de la FE” y esto nos invita a:
- vivir la alegría de creer. “Estén siempre alegres” nos recomienda San Pablo. Ser creyentes y estar alegres van de la mano. .Alegría que nace de saberse amado por Dios, alegría que crece al pertenecer a una familia que es la Iglesia, alegría que se manifiesta en dar y, más aún, en darse. El Papa en su viaje misionero entre los jóvenes desde el Santuario de la Virgen de Aparecida de Brasil nos decía: “el Cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña. Tenemos una Madre que intercede siempre por la vida de sus hijos, por nosotros. El Pecado y la muerte han sido vencidos”, cuántos motivos grande para estar siempre alegres. Una alegría que nace de realidades y convicciones profundas y no superficiales y pasajeras. Esto es lo que nos regala la FE y por eso estamos alegres!
- compartir la Fe, ser misionero. La FE que no se comparte se muere. Compartirla con palabras y obras. En Aparecida los Obispos nos dicen: “conocer a Jesús es el mejor regalo, darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo”. Nuestro gozo es entonces compartir la FE, ser misioneros. Compartirla sobre todo con los hechos de la vida, hechos que muestran nuestra FE. Dice el apóstol Santiago: “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo?, ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: «Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta” (2,14-17). Ceferino nos da ejemplo, su vida fue de pocas palabras o más bien de palabras justas y oportunas que se hacían realidad en su vida. Cuando, por ejemplo, dice “quiero ser útil a mi gente”, emprende luego el fatigoso camino del estudio que lo obliga a dejar su familia, su tierra, … O cuando dice “tengo que perdonar”, da entonces el primer paso hacia aquel que lo ofendió. O cuando descubre el valor de “la humildad”, enseguida se pone en la actitud de preguntar “¿qué debo hacer?” y luego le pone el cuerpo. O cuando descubre “¡qué bueno es Dios!”, no deja luego de buscar conocerlo más con el catecismo, la escucha de la Palabra, la oración, los sacramentos. Muchos otros ejemplos podemos encontrar en la vida de Ceferino que nos muestran qué significa compartir la FE y ser misioneros. El ejemplo de Ceferino nos empuja a una FE llena de frutos que se comparte con la palabra y el ejemplo. Con Ceferino queremos ser misioneros de nuestra FE, él nos ayuda, no lo dudemos, Dios nos lo pone como compañero en este camino misionero".
P.O. Esteban Laxague
Chimpay, agosto 2013