Desde marzo del año pasado, Rafael recibe quimioterapia en el Hospital de Cáncer Infanto Juvenil Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en Barretos, estado brasileño de São Paulo, y esta semana es decisiva para su tratamiento.
Los médicos no dieron ninguna esperanza y cuando Rafael ingresó al hospital fue colocado en el área para enfermos terminales. Sin embargo, explican sus padres, el cuadro crítico se ha ido revirtiendo gracias al tratamiento intenso y las oraciones de muchos amigos y parientes. Incluso podría suceder que el pequeño se cure por completo.
"Estamos en una semana crucial, en la que se hará nuevos exámenes para definir lo que todavía necesita hacerse. Quizás él necesite un trasplante de médula. Pedimos las oraciones de los obispos, padres, religiosos, laicos y de las familias. Recen por Rafael. Que podamos formar una gran cadena de oración. Sabemos que la cura de Rafael depende de la mano de Dios y nosotros pedimos que ese milagro suceda", dijo Randersson a ACI Digital, agencia en portugués del Grupo ACI.