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Papa: Jesús puede inflamar los corazones más fríos y tristes. Una multitud de fieles, un océano de hombres y mujeres que junto a Benedicto XVI alzaron sus oraciones a la Virgen de Fátima, con ocasión …Más
Papa: Jesús puede inflamar los corazones más fríos y tristes.

Una multitud de fieles, un océano de hombres y mujeres que junto a Benedicto XVI alzaron sus oraciones a la Virgen de Fátima, con ocasión del aniversario de la primera aparición de la Virgen a los tres pastores, el 13 de mayo de 1917. Al presidir la misa en la explanada del Santuario, el Papa nuevamente reafirmó su ser peregrino, su querer entrar en la escuela de la Madre Celestial, que introdujo "a los pequeños videntes al íntimo conocimiento del Amor Trinitario", llevándolos "a saborear a Dios mismo como lo más bello de la existencia humana". "la fe en Dios abre al ser humano el horizonte de una esperanza cierta que no defrauda - insititó el pontífice - indica una base
sólida sobre la que poder asentar, sin temor, la propia vida; requiere el abandono, lleno de confianza, en las manos del Amor que sostiene el mundo".
Una verdadera fiesta de la fe fue la que hoy se vivió en el Santuario, acogiendo al sucesor de Pedro, que ha reafirmado la actualidad del mensaje de Fátima. "Con la familia humana dispuesta a sacrificar sus vínculos más sagrados en el altar de mezquinos egoísmos de nación, raza, ideología, grupo, individuo - subrayó Benedicto XVI, al pensar en el ciclo de muerte y terror desencadenado por el hombre - bajó del cielo nuestra Madre bendita y se ofreció para poner en el corazón de los que se le confían el Amor de Dios que arde en el suyo".