El Papa reza en la tumba del cardenal Siri.
La juventud volvió a ser protagonista en el encuentro del Papa en Génova con los canónigos del Capítulo metropolitano y con los religiosos y las religiosas de la archidiócesis. Les encargo, dijo el Papa, sobretodo la educación de los muchachos y jóvenes. Ustedes saben, agregó, que el desafío educativo es lo más urgente, porque sin una auténtica educación del hombre no se puede ir lejos. Se trata de apoyar a los padres, las parroquias, los grupos y también las escuelas católicas que son un gran tesoro de la comunidad cristiana y un verdadero recurso del país. El Papa observó que en Génova han estado seis Pontífices, entre los cuales Benedicto XV, el Papa de la paz, de quien lleva el nombre. Por último, antes de dejar la Catedral, Benedicto XVI se detuvo ante la tumba del cardenal Giuseppe Siri, que fue arzobispo de Génova por 41 años.