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Jules van Nuffel, Motete "Statuit ei Dominus" para coro y órgano. Jules van Nuffel (1883-1953), Motete Statuit ei Dominus para coro y órgano. Jules van Nuffel (1883-1953). Su nombre suena muy poco …Más
Jules van Nuffel, Motete "Statuit ei Dominus" para coro y órgano.

Jules van Nuffel (1883-1953), Motete Statuit ei Dominus para coro y órgano.
Jules van Nuffel (1883-1953). Su nombre suena muy poco fuera de ambientes corales, y es llamativamente difícil encontrar información detallada sobre su vida y obra.

Jules van Nuffel nació en la localidad de Hemiksem, en la provincia de Amberes. Cursó los estudios conducentes al sacerdocio en el Seminario de Malinas, además de piano, violín, órgano, armonía y contrapunto. Desde 1918 fue director del Instituto Lemmens de la ciudad de Leuven, fundado por este gran organista belga.

Cuando Van Nuffel accedió al cargo de chantre (responsable del coro) de la catedral de San Rumoldo de Malinas, se encontró con un panorama desolador en lo tocante a la música litúrgica....
....El texto corresponde al introito del común de mártires pontífices, que en el rito romano tradicional también pertenece al común de confesores pontífices. El texto del introito está tomado de Eclesiástico 45, 30; y el versículo del salmo 131.
Este motete presenta una particularidad respecto al modelo litúrgico: Después de que, tras el versículo, se repita el cuerpo del introito (repetición polifónica en lugar del poderoso unísono inicial), y antes del grandioso Alleluia final, se añade una cita del salmo 109: Tú eres sacerdote eterno.
En el vídeo la pieza aparece interpretada dentro del contexto de un concierto. Pero hay que tener en cuenta que, en principio, su destino es el introito de una misa. Su duración (alrededor de 7 minutos) puede llamar la atención hoy en día, pero hay que tener en cuenta que en el rito romano tradicional, para el que fue concebida la pieza, el rito de entrada es más largo y complejo que en el Novus Ordo.
En el rito tradicional el preste dice al pie del altar las oraciones iniciales que incluyen el salmo 42 con la famosa antífona Introibo ad altare Dei, el Confiteor recitado primero por el preste y luego por los ministros, etc. También, si ha lugar, se lleva a cabo la incensación del altar.Mientras todo ello ocurre el coro va cantando el introito, o, si no hay cantores capaces, suena el órgano solo, hasta enlazar directamente con el canto de los Kyries. En una celebración según el Novus Ordo, para no detener el desarrollo del culto, la interpretación de una pieza de estas dimensiones requeriría de una gran procesión de entrada y una prolongada incensación.Les sugiero tener estos posibles contextos en mente a la hora de escuchar esta hermosísima pieza.

Statuit éi Dóminus testaméntum pácis,

El Señor estableció con él una alianza de paz,
Et príncipem fécit éum:
Y lo hizo príncipe;
Ut sit ílli sacerdótii dígnitas in aetérnum.
Para que tuviese la dignidad del sacerdocio eternamente.

Ps 131: Meménto Dómine Dávid:
Acuérdate, Señor, de David,
Et ómnis mansuetúdinis éius.
Y de toda su mansedumbre.

Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Statuit éi Dóminus testaméntum pácis,
El Señor estableció con él una alianza de paz,
Et príncipem fécit éum:
Y lo hizo príncipe;
Ut sit ílli sacerdótii dígnitas in aetérnum.
Para que tuviese la dignidad del sacerdocio eternamente.

Tu es sacérdos in aetérnum.
Tú eres sacerdote eterno.
Alleluia.
Aleluya.