Benedicto XVI: el arte es universal. En la Sala Clementina y en presencia del Santo Padre, con ocasión de su onomástico, el Cuarteto Henschel y la mezzosoprano Susanne Kelling ejecutaron “Las siete …Más
Benedicto XVI: el arte es universal.
En la Sala Clementina y en presencia del Santo Padre, con ocasión de su onomástico, el Cuarteto Henschel y la mezzosoprano Susanne Kelling ejecutaron “Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz” de Joseph Haydn en la elaborada versión de José Peris Lacasa, organista honorario de la Capilla del Palacio Real de Madrid. En esta nueva versión, interpretada por primera vez en el Palacio Real de Madrid en la Semana Santa de 2008, Peris Lacasa retoma la versión para el cuarteto de arcos y el oratorio compuesto por el propio Haydn. Al final de la ejecución, Benedicto XVI dio las gracias a los artistas y definió la obra como uno de los ejemplos más sublimes, en campo musical, de cómo se puede conjugar arte y fe:
Benedicto XVI: “Aquí se esconde una ley universal de la expresión artística: el saber comunicar la belleza, que es al mismo tiempo bien y verdad, a través de un medio sensible, como una pintura, una pieza musical, una escultura, un escrito, una danza. Bien visto, es la misma ley que ha seguido Dios para comunicarnos a sí mismo y su amor; se ha encarnado en nuestra carne humana y ha realizado la máxima obra de arte de toda la creación: el único mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre – como escribe san Pablo. Más es “dura” la materia, más son estrechos los vínculos de la expresión, y más resalta la genialidad del artista. De esta forma, sobre la ‘dura’ cruz, Dios pronunció en Cristo la palabra de amor más bella y más verdadera, que es Jesús en su donación plena y definitiva: Él es la última palabra de Dios, no en sentido cronológico, sino cualitativo”.
En la Sala Clementina y en presencia del Santo Padre, con ocasión de su onomástico, el Cuarteto Henschel y la mezzosoprano Susanne Kelling ejecutaron “Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz” de Joseph Haydn en la elaborada versión de José Peris Lacasa, organista honorario de la Capilla del Palacio Real de Madrid. En esta nueva versión, interpretada por primera vez en el Palacio Real de Madrid en la Semana Santa de 2008, Peris Lacasa retoma la versión para el cuarteto de arcos y el oratorio compuesto por el propio Haydn. Al final de la ejecución, Benedicto XVI dio las gracias a los artistas y definió la obra como uno de los ejemplos más sublimes, en campo musical, de cómo se puede conjugar arte y fe:
Benedicto XVI: “Aquí se esconde una ley universal de la expresión artística: el saber comunicar la belleza, que es al mismo tiempo bien y verdad, a través de un medio sensible, como una pintura, una pieza musical, una escultura, un escrito, una danza. Bien visto, es la misma ley que ha seguido Dios para comunicarnos a sí mismo y su amor; se ha encarnado en nuestra carne humana y ha realizado la máxima obra de arte de toda la creación: el único mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre – como escribe san Pablo. Más es “dura” la materia, más son estrechos los vínculos de la expresión, y más resalta la genialidad del artista. De esta forma, sobre la ‘dura’ cruz, Dios pronunció en Cristo la palabra de amor más bella y más verdadera, que es Jesús en su donación plena y definitiva: Él es la última palabra de Dios, no en sentido cronológico, sino cualitativo”.