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Felix Mendelssohn, Elías, op.70 (PRIMERA PARTE) Elías Op.70 (1846) Oratorio para solistas, coro y orquesta Música de Felix Mendelssohn Bartholdy (1809 - 1847) Textos del Antiguo Testamento PRIMERA …Más
Felix Mendelssohn, Elías, op.70 (PRIMERA PARTE)

Elías Op.70 (1846)
Oratorio para solistas, coro y orquesta

Música de Felix Mendelssohn Bartholdy (1809 - 1847)

Textos del Antiguo Testamento

PRIMERA PARTE MALDICIÓN DE ELÍAS Introducción ELÍAS
Vive Yavé, Dios de Israel, a quien yo sirvo: que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia sino por mi palabra Obertura LAMENTO, ORACIÓN Y PROMESA 1. CORO EL PUEBLO ¡Ayúdanos, Señor! ¡Ayúdanos, Señor! ¿Acaso quieres destruirnos? ¡Pasó la siega, concluyó el verano, y no hemos sido salvados! ¿No estaba por ventura Yavé en Sión? Recitativo ¡El torrente se ha secado! ¡No ha caído lluvia alguna sobre la tierra! ¡La lengua de los niños de pecho se ha pegado de sed al paladar! ¡Los niños pequeños piden pan! ¡Y no hay nadie que lo reparta! 2. Dúo con coro EL PUEBLO Señor, escucha nuestra oración Sopranos I y II Sión extiende sus manos, pero no hay quien la consuele 3. Recitativo ABDÍAS ¡Rasgad vuestros corazones y no los vestidos! Por nuestros pecados Elías ha sellado los cielos mediante la palabra de Dios. Convertíos a Yavé vuestro Dios; el misericordioso, tardo a la ira, rico en benignidad, e inclinado a suspender el castigo. 4. Aria ABDÍAS "Me hallaréis si me buscáis de todo corazón", dice nuestro Dios. ¡Oh, si supiera cómo encontrar a Dios, y poder llegar hasta su trono! 5. CORO EL PUEBLO Pero el Señor no lo ve. ¡Se mofa de nosotros! Su maldición ha caído sobre nosotros. ¡Su cólera nos perseguirá hasta destruirnos! "Yo soy el Señor Dios tuyo, el fuerte, el celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me aborrecen. Y que uso de misericordia hasta millares de generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos." MILAGRO DEL DESPERTAR 6. Recitativo UN ÁNGEL ¡Vete de aquí, Elías, vete hacia el oriente y escóndete junto al torrente de Querit! Beberás el agua del torrente y se te mandará a los cuervos para que te den de comer por la mañana y por la tarde, según la palabra de Dios. 7. Doble Cuarteto UN ÁNGEL Pues te encomendará a sus ángeles para que te guarden en todos los caminos, y ellos te levantarán en sus palmas para que tus pies no tropiecen en las piedras. Recitativo UN ÁNGEL El torrente también se ha secado. ¡Levántate, Elías, vete a Sarepta y mora allí! Yavé ha dado orden a una viuda para que te mantenga. No faltará la harina que tiene en la tinaja ni disminuirá el aceite en la vasija hasta el día en que Yavé haga caer la lluvia sobre la faz de la tierra. 8. Recitativo, Aria y Dúo LA VIUDA ¡Qué me has hecho, hombre de Dios! ¡Has venido a mi casa para traer a la memoria mis pecados y hacer morir a mi hijo! ¡Ayúdame, hombre de Dios! Mi hijo está enfermo, y su enfermedad es tan violenta que no puede respirar. Todas las noches inundo mi lecho con lágrimas. ¡A ti se te confía el miserable, tú eres el auxilio del huérfano! ¡Ayuda a mi hijo! ¡No puede respirar! ELÍAS ¡Devuélvele a su hijo! ¡Yavé, Dios mío, escucha mi súplica! ¡Vuélvete y apiádate de ella, y ayuda al hijo de tu esclava! ¡Tú eres clemente y compasivo, magnánimo, fiel y piadoso! ¡Yavé, Dios mío, te ruego que vuelva el alma de este niño a entrar en él! LA VIUDA ¿Harás prodigio para los muertos? ¡No puede respirar! ELÍAS ¡Yavé, Dios mío, te ruego que vuelva el alma de este niño a entrar en él! LA VIUDA ¿Se levantarán las sombras para alabarte? ELÍAS ¡Yavé, Dios mío, te ruego que vuelva el alma de este niño a entrar en él! LA VIUDA Yavé oyó tu voz, ¡volvió dentro del niño el alma! ¡Ha revivido! ELÍAS ¡Mira, tu hijo vive! LA VIUDA ¡Ahora sé que eres hombre de Dios y que es verdad en tu boca la palabra de Yavé! ¿Qué podré dar yo a Yavé por todos los beneficios que ha hecho? ELÍAS Amarás a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón ELÍAS, LA VIUDA Bienaventurado todo el que teme a Yavé
9. CORO ¡Todo el que teme a Yavé y anda por sus caminos! Todo el que anda por los caminos de Dios, en las tinieblas resplandece como luz para los rectos. En las tinieblas resplandece como luz para los clementes, compasivos y justos. MILAGRO DEL FUEGO 10. Recitativo con Coro ELÍAS Vive Yavé, Dios del Universo, a quien yo sirvo. Hoy, en el tercer año, me presentaré ante el rey, y el señor hará caer la lluvia sobre la faz de la tierra. REY ACAB ¿Tú eres Elías, la ruina de Israel? EL PUEBLO ¡Tú eres Elías, la ruina de Israel! ELÍAS Yo no soy la ruina de Israel, sino tú, y la casa de tus padres, apartándoos de los mandamientos de Yavé y yendoos tras los baales. ¡Anda! Convoca a todo Israel al monte Carmel, y a los Profetas de Baal, y que todos coman en la mesa de la Reina: ¡entonces veremos qué Dios es el Señor! EL PUEBLO Entonces veremos qué Dios es el Señor. ELÍAS Entonces, profetas de Baal, traed un buey, y ponedlo en la leña sin fuego, e invocad el nombre de vuestro dios y yo invocaré el nombre de Yavé; el Dios que respondiere con el fuego, ese será Dios EL PUEBLO Sí, el Dios que respondiere con el fuego, ese será Dios. ELÍAS ¡Invocad a vuestro Dios en primer lugar, puesto que sois muchos! Yo soy el único de los profetas de Yavé. ¡Invocad a vuestros dioses del bosque y a vuestros dioses de la montaña! 11. CORO SACERDOTES DE BAAL ¡Baal, escucha nuestra súplica! Ten en cuenta nuestro sacrificio. ¡Óyenos, Dios poderoso! ¡Que caiga tu fuego y destruya al enemigo! 12. Recitativo y Coro ELÍAS ¡Gritad más fuerte! Dios no os oye. ¡pero quizá esté entretenido conversando, o tiene algún negocio, o está de viaje, o acaso está dormido! ¡Gritad más fuerte, gritad más fuerte! SACERDOTES DE BAAL ¡Baal, escucha nuestras súplicas, despierta! ¿Por qué duermes? 13. Recitativo y Coro ELÍAS ¡Gritad más fuerte! ¡No os oye! Cortaos con cuchillos y lancetas, según vuestra costumbre. ¡Ponedlo en el altar que habéis hecho, invocadlo y profetizad! No habrá ninguna voz, ninguna respuesta, nadie os hará caso. SACERDOTES DE BAAL ¡Baal! ¡Respóndenos, Baal! ¡Mira, el enemigo se burla de nosotros! ELÍAS Venid, pueblo. Acercaos a mi. 14. Aria ELÍAS Yavé, Dios de Abraham, Isaac e Israel: que se sepa hoy que tú eres Dios y yo soy tu siervo. ¡Yavé, Dios de Abraham! ¡Y que todo esto lo hago según tu palabra! ¡Escúchame, Señor, escúchame! ¡Yavé, Dios de Abraham, Isaac e Israel, escúchame, Señor, escúchame! ¡Que todo este pueblo sepa que tú, Yavé, eres Dios y que tú conviertes a los corazones! 15. Cuarteto ÁNGELES Encomienda a Yavé tu destino y él te sostendrá, pues no permitirá que el justo vacile. Pues es más grande que los cielos su misericordia, y nadie que lo espere será deshonrado. 16. Recitativo con Coro ELÍAS ¡Tú que tienes por siervos a los espíritus, y por ministros, llamas de fuego, hazlos descender! EL PUEBLO ¡El fuego desciende! ¡Fuego! ¡El fuego consume la ofrenda! ¡Que caigan vuestros rostros ante él! ¡Yavé es Dios, Yavé es Dios! Yavé, nuestro Dios, es el único Dios, y no habrá ningún Dios por encima de él. ELÍAS ¡Prended a los Profetas de Baal, sin dejar que escape alguno, llevadlos al torrente y degolladlos! EL PUEBLO ¡Prended a los Profetas de Baal, sin dejar que escape alguno! 17. Aria ELÍAS ¿No es la palabra de Yavé como el fuego, como martillo que tritura la roca? Su palabra es como un fuego y como un martillo que tritura la roca. Dios es un juez justo: cada día los amenaza con su ira. ¡Si no se convierten, afila su espada, tiende su arco y apunta! 18. Arioso Contralto ¡Ay de aquellos que se apartan de mí! Caiga la ruina sobre ellos por renegar de mí. Quisiera redimirlos cuando no me mientan. Quisiera redimirlos pero no me escuchan. ¡Ay de ellos!
19. Recitativo con Coro ABDÍAS ¡Ayuda a tu pueblo, hombre de Dios! ¿Hay entre los ídolos de la gente quien pueda hacer llover? ¿O pueden los cielos dar la lluvia? Sólo Dios puede hacer todas estas cosas. ELÍAS ¡Oh Yavé! ¡Tú destruyes a los enemigos que se alzan contra ti! Mira abajo desde los cielos y contempla la necesidad de tu pueblo. Abre el cielo y desciende sobre nosotros. ¡Ayuda a tu siervo, oh, Dios mío! EL PUEBLO Abre el cielo y desciende sobre nosotros. ¡Ayuda a tu siervo, oh Dios! ELÍAS Niño, sube y mira hacia el mar, por si Dios ha oído mi oración. EL NIÑO No veo nada; el cielo está como el latón sobre mi cabeza. ELÍAS Cuando se cierre el cielo y no llueva por haber pecado contra ti y en este lugar te rueguen e invoquen tu nombre, convertidos del pecado por haberlos tú afligido. ¡Ayuda a tu siervo, oh tú, Dios mío! EL PUEBLO Por haberlos tú afligido. ¡Ayuda a tu siervo, oh tú, Dios mío! ELÍAS Vuelve a mirar al mar. EL NIÑO No veo nada; la tierra está yerma debajo de mí ELÍAS ¿No oyes el sonido de la lluvia? ¿No ves nada surgiendo de los mares? EL NIÑO ¡No veo nada! ELÍAS Atiende a la plegaria de tu siervo y su súplica, Señor! ¡Yavé, Dios mío! ¡Cuando te llame, Yavé, Dios mío, no me guardes silencio! Recuerda, Señor, tu compasión. EL NIÑO Veo una nubecilla como la palma de la mano que sube del mar; los cielos están negros con nubes y vientos; ¡la tormenta suena cada vez con más fuerza! EL PUEBLO Alabado sea el señor porque es bueno ELÍAS ¡Alabado sea el señor porque es bueno y es eterna su piedad! 20. CORO EL PUEBLO ¡Gracias a ti, Dios, la tierra sedienta es saciada! Los ríos se alzan y elevan sus voces. Las olas del mar son enormes y rugen poderosamente. Pero el Señor es aún más grande en las alturas. SEGUNDA PARTE