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Águeda o Ágata, Santa Virgen y Mártir, 5 de febrero. nunziorapicavoli on Aug 17, 2009 Virgen y Mártir Patrona de las enfermeras Martirologio Romano: Memoria de santa Águeda, virgen y mártir, que en …Más
Águeda o Ágata, Santa Virgen y Mártir, 5 de febrero.

nunziorapicavoli on Aug 17, 2009 Virgen y Mártir
Patrona de las enfermeras
Martirologio Romano: Memoria de santa Águeda, virgen y mártir, que en Catania, ciudad de Sicilia, siendo aún joven, en medio de la persecución mantuvo su cuerpo incontaminado y su fe íntegra en el martirio, dando testimonio en favor de Cristo Señor (c. 251).
Irapuato
Agatha von Catania
Gedenktag katholisch: 5. Februar
gebotener Gedenktag
www.heiligenlexikon.de/BiographienA/Agatha_von_Cata…
Irapuato
Quinto Domingo del tiempo ordinario
Libro de Job 7,1-4.6-7.

¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado?
¿Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal,
así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor.
Al acostarme, pienso: "¿Cuándo me levantaré?". Pero la noche se hace …Más
Quinto Domingo del tiempo ordinario

Libro de Job 7,1-4.6-7.

¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado?
¿Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal,
así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor.
Al acostarme, pienso: "¿Cuándo me levantaré?". Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora.
Mis días corrieron más veloces que una lanzadera: al terminarse el hilo, llegaron a su fin.
Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad.

Salmo 147(146),1-2.3-4.5-6.
¡Aleluya! ¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios,
qué agradable y merecida es su alabanza!
El Señor reconstruye a Jerusalén
y congrega a los dispersos de Israel;

sana a los que están afligidos
y les venda las heridas.
El cuenta el número de las estrellas
y llama a cada una por su nombre:

nuestro Señor es grande y poderoso,
su inteligencia no tiene medida.
El Señor eleva a los oprimidos
y humilla a los malvados hasta el polvo.

Carta I de San Pablo a los Corintios 9,16-19.22-23.
Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!
Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión.
¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere.
En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible.
Y me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio.
Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.

Evangelio según San Marcos 1,29-39.
Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato.
El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos.
Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados,
y la ciudad entera se reunió delante de la puerta.
Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él.
Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.
Simón salió a buscarlo con sus compañeros,
y cuando lo encontraron, le dijeron: "Todos te andan buscando".
El les respondió: "Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido".
Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios.

Leer el comentario del Evangelio por : Juan Taulero
www.dailygospel.org
5 más comentarios de Irapuato
Irapuato
Santos del 5 de febrero:
www.oremosjuntos.com/Santoral/Febrero5.html
Santa Adelaida de Bellich, esposa del conde palatino Pablo, Alemania. Hostigado por la calumnia y los celos, su marido la arrojó desde una torre del castillo, pero Dios la libro milagrosamente, 1024. Era hija de Megengose, conde de Guelder, y gobernaba el monasterio de Bellich sobre el Rhin, cerca de Bona, pero murió en 1015, …Más
Santos del 5 de febrero:
www.oremosjuntos.com/Santoral/Febrero5.html

Santa Adelaida de Bellich, esposa del conde palatino Pablo, Alemania. Hostigado por la calumnia y los celos, su marido la arrojó desde una torre del castillo, pero Dios la libro milagrosamente, 1024. Era hija de Megengose, conde de Guelder, y gobernaba el monasterio de Bellich sobre el Rhin, cerca de Bona, pero murió en 1015, siendo abadesa de Sta. Maria en Colonia, conventos que habían sido fundados por su padre y que estaban bajo su gobierno al tiempo de su muerte. Su fiesta se observa en Bellich, donde fundó un monasterio bajo la regla benedictina que posteriormente se convirtió en una iglesia de canonesas. Hacía hincapié en que sus monjas supieran latín para que pudieran seguir los oficios del coro apropiadamente. Demostró gran prudencia en otros asuntos también, especialmente en el modo en que proveyó al sustento de los pobres durante una fuerte época de hambre. San Heriberto, arzobispo de Colonia, la respetaba muchísimo y consultaba con ella todas sus dificultades.

-Santa Águeda, virgen y mártir, Catania, Sicilia, 251. Perteneció a una familia rica e ilustre, y que habiendo sido consagrada a Dios desde sus primeros años, triunfó de los muchos asaltos a su pureza. Quinciano, un dignatario consular pensó que podría llevar a cabo sus perversas intenciones contra la santa a través del edicto del emperador contra los cristianos. Así, Quinciano ordeno que la entregaran a una casa de mala fama donde la santa sufrió asaltos y asechanzas contra su honra. Luego de un mes, Quinciano trató de asustarla con sus amenazas, pero ella se mantuvo como una fiel sierva a Jesucristo. Molesto por su negativa, el cónsul mandó que fuera azotada y llevada a prisión. Al día siguiente fue interrogada de nuevo pero su firme adhesión a Cristo fue motivo de nuevas torturas y sufrimiento para la santa, quien expiró pronunciando alabanzas para nuestro Señor.

-San Avito, obispo de Viena, en el Delfinado, 525. Perteneció a una familia senatorial y había estudiado todas las ramas del saber romano, según testimonio de San Isidoro de Sevilla. Contribuyó con su moderación a suavizar la política de los reyes bárbaros, francos y borgoñeses, oponiéndose además a la expansión del arrianismo visigodo. Teólogo y poeta, nos dejó interesantes tratados y bellos poemas acerca de la moral cristiana. De estos últimos conservamios cinco con el titulo de Hechos de la Historia Santa. Son cantos acerca de la creación, el pecado original, la expulsión del paraíso, el diluvio y el paso del mar Rojo. A ellos sigue un elogio de la castidad, en verso. Tenemos, además, de San Avito un gran número de homilías y un centenar de cartas dirigidas a los principales personajes de su tiempo. San Avito, obispo. Alcimus Ecdicius Avitus nació en Auvernia, en el reino de los francos. En el año 400 fue elegido obispo de Vienne. Se decía de él que era un arsenal de sabiduría. Convirtió a la fe católica a Segismundo, rey de Borgoña. Murió alrededor del año 525.

-San Felipe de Jesús de las Casas Mártinez, mártir, Japón, 1597. Hijo de una familia acomodada, nació como Felipe de las Casas en la Ciudad de México en 1576. Luego de fracasar en su intento por ser religioso dieguino en Puebla, regresó a su hogar y marchó a Filipinas como soldado y con los suficientes recursos para dedicarse de lleno al comercio. Poco después de su llegada tomó de nuevo el hábito en Manila, distinguiéndose por su vida de virtud. Su padre hizo las gestiones necesarias para que regresase a ordenarse a la Nueva España, pero la nao en que viajaba zozobró en las costas de Japón. Junto con otros cinco mexicanos y una veintena de orientales conversos fue apresado, torturado y asesinado en Nagasaki en 1597. Se ignora el lugar donde reposan sus restos. Fue declarado mártir en 1627 y canonizado en 1862. Además de ser el primer santo mexicano, ostenta el título de Patrono de la Ciudad de México.

-Santos Indracto y Dominica, mártires. Indracto fue un irlandés -algunos dicen que hijo de un rey- quien fue a Inglaterra de camino a Roma y a su regreso fue muerto a traición por los sajones, junto con su hermana Dominica o Drusa y siete o nueve compañeros. Sus cuerpos, reclamados por la abadía de Glastonbury, eran tenidos en gran veneración. La tradición enlaza sus nombres con varios sitios de Cornwall y Somerset, pero no puede confiarse mucho en ninguna de las historias que se cuentan de ellos. Una leyenda pintoresca relata que sus asesinos escondieron sus cuerpos, pero el lugar donde estaban sepultados fue señalado en una noche obscura por un rayo de luz que vio Ina, rey de los sajones del oeste, cuando vagaba fuera de su alojamiento, calenturiento y sin poder dormir.

-San Jesús Méndez Montoya, mártir, México, 1928. Nació en Tarímbaro, Mich. (Arquidiócesis de Morelia), el 10 de junio de 1880. Vicario de Valtierrilla, Gto. (Arquidiócesis de Morelia). Sacerdote que supo hacerse todo a todos no escatimó medios para intensificar la vida cristiana entre sus feligreses. Se sujetó a largas horas de confesionario de donde salían los cristianos convertidos o con anhelos de mayor perfección debido a sus prudentes consejos. Convivía con las familias pobres, era un catequista y guía para los obreros y campesinos; y un asiduo maestro de música que formó un buen coro para las celebraciones. El 5 de febrero de 1928 entraron las fuerzas federales para sofocar un pequeño grupo de cristeros y se dirigieron luego a la casa donde se ocultaba el Padre Jesús, quien trató de salvar un copón con hostias consagradas. Descubierto por los soldados, les pidió un momento para consumir el Santísimo Sacramento y le fue concedido. Después, con dulzura, se dirigió a una de sus hermanas y le dijo: "Es la voluntad de Dios. Que se haga su voluntad". Los soldados le llevaron a unos metros fuera del atrio del templo y lo sacrificaron con tres disparos. El sacerdote que aprovechó sus conocimientos humanos y su ciencia de Dios para hacer amar a Jesucristo, con su sangre proclamó su gran amor a Cristo Rey.

-Beata Francisca Meziere, mártir, Francia, 1794. La Beata Francisca Meziere nació en Mézangers (Mayenne, Francia) el veinticinco de agosto de mil setecientos cuarenta y cinco, fue laica de la diócesis de Laval, murió martirizada el cinco de febrero del año mil setecientos noventa y cuatro en Laval (Mayenne, Francia). Su proceso de beatificación fue iniciado el dos de marzo de mil novecientos cincuenta y dos, la Congregación Para las Causas de los Santos (CCS) le dio como número de protocolo el cuatrocientos cincuenta y nueve, la heroicidad de sus virtudes fue reconocida y declarada digna de veneración -"Venerable"- el tres de mayo de mil novecientos cincuenta y cinco, finalmente, fue beatificada el diecinueve de junio de mil novecientos cincuenta y cinco, junto con otros dieciocho mártires de la Revolución Francesa. Si se obtiene un favor o gracia especial atribuida por la intercesión de la Beata Francisca Meziere, por favor comunicar a: Evêché de Laval, 27, rue du Cardinal-Suhard, BP 1225, 53012 Laval CEDEX, Francia.

-Beata Isabel Canori Mora, esposa y madre, Italia, 1825. Por un minuto piensa en las personas que viven en tu vecindario. ¿Podrías llamar a alguno santo? Hubo un barrio en Italia donde efectivamente una santa vivía en la casa contigua. La beata Isabella Canori Mora quien llevó su vida de madre y esposa a la plena conformación con Cristo en la cotidianeidad y en la adversidad de tener un esposo que la maltrataba. Nació en Roma el 21 de noviembre de 1774. Hija de Tommaso y Teresa Primoli, en el seno de una familia de posición acomodada, profundamente cristiana y diligente en la educación de sus hijos. Estudió con las Hermanas Agustinas de Cascia (1785-88), donde destacó por su inteligencia, una profunda vida interior y su espíritu de penitencia. De regreso a Roma, tuvo una vida tranquila hasta que en 1796 -cuando tenía 21 años- se casó con el joven abogado romano Cristóforo Mora. Para ella, el matrimonio fue una decisión reflexionada, madura, pero después de algunos meses, la fragilidad psicológica de Cristóforo comprometió la serenidad de la familia. Convirtió a una mujer de mal vivir en su amante y a medida que pasaba el tiempo, humilló y abusó de su esposa en distintas formas, no ejerció más la abogacía, y gastó tanto dinero en sus aventuras que terminó llevando a su esposa e hijas a la extrema pobreza y una creciente deuda. En 5 de febrero de 1825, mientras era asistida por sus dos hijas, Isabel falleció. Fue enterrada en Roma en la iglesia trinitaria de San Carlino alle Quattro Fontane. Poco después de su muerte, como ella misma predijo, su esposo se convirtió uniéndose a la Orden Terciaria Trinitaria y después se ordenó sacerdote de los franciscanos conventuales. Murió el 9 de septiembre de 1845 y fue enterrado en la iglesia de los franciscanos conventuales de Sezze. Fue beatificada junto al joven mártir Zaire Isidore Bakanja, y a otra madre italiana santa, Gianna Beretta Molla, por el Papa Juan Pablo II el 24 de abril de 1994, en el Año Mundial de la Familia. Su fiesta se celebra cada 4 de febrero.

-Venerable Tecla Merlo, cofundadora, Italia, 1964. Nace en Castagnito de Alba, Italia, el 20 de agosto de 1894. El 27 de junio de 1915 se encuentra con el Padre Alberione, fundador de la Familia Paulina, quien la invita a coordinar un grupo de jóvenes que se preparaban a trabajar con la buena prensa. Acepta compartir con él, el proyecto de una nueva congregación femenina, las Hijas de San Pablo. Un ideal: vivir como ha vivido San Pablo, el apóstol de las gentes. Tener mente y corazón universal como él. Imitar su caridad: El se hizo todo para todos. Una pasión: Llevar a todos al conocimiento de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida. Una Intuición profética: Anunciar la Buena noticia, con los instrumentos de la comunicación social. Una Palabra: Hacer a todos la caridad de la verdad. Tecla Merlo, mujer sencilla y dócil que supo acoger en la persona de Alberione la misión de la Hija de San Pablo. "Cooperó en la fundación de las otras instituciones de la Familia Paulina, no sólo con mucha oración sino de diversas formas y maneras. Un corazón grande modelado a imagen del corazón de Jesús" Padre Alberione. Muere en Albano, Roma, el 05 de febrero de 1964. El 22 de enero de 1991, es proclamada venerable. Para celebrar los 100 años de su nacimiento, las Hijas de San Pablo, abrieron 15 nuevas fundaciones entre 1994-1995.

-Santa Adelaida, virgen y abadesa benedictina, Colonia, 1015.

-San Agrícola, obispo de Maestricht, 420.

-San Bertulfo, obispo, Gante, 705.

-Santa Calamanda, virgen y mártir. Se invoca contra las sequías. Muy venerada en la diócesis de Lérida; tal vez fue martirizada por los árabes en el s. IX, en la villa de Calaf (Barcelona).

-Santos Domiciano y María, duques de Carintia, Milstat, s. IX.

-Santos Genuino y Aubino, Brixen, Tirol, 640 y 1015.

-San Isidoro, mártir, Alejandría, 256.

-San Lucas de Demenna o de Armento, m. 995.

-El patriarca Jacob, hijo de Isaac, Judea, siglo XVIII a. de J. C.
Irapuato
✍️ Reliquias de Santa Águeda, tarjeta: Las Reliquias de Santa Ágata
Irapuato
Irapuato
Padeció el martirio en Catania (Sicilia), probablemente en la persecución de Decio [249-251]. Desde la antigüedad su culto se extendió por toda la Iglesia y su nombre fue introducido en el Canon romano.
www.corazones.org/santos/agueda.htm
Ver sermón de san Metodios: Su bondad provenía del mismo Dios, fuente de todo bien
Santa Águeda poseía todo lo que una joven suele desear: Una familia distinguida …Más
Padeció el martirio en Catania (Sicilia), probablemente en la persecución de Decio [249-251]. Desde la antigüedad su culto se extendió por toda la Iglesia y su nombre fue introducido en el Canon romano.
www.corazones.org/santos/agueda.htm
Ver sermón de san Metodios: Su bondad provenía del mismo Dios, fuente de todo bien
Santa Águeda poseía todo lo que una joven suele desear: Una familia distinguida y belleza extraordinaria. Pero atesoraba mucho mas que todo su fe en Jesucristo. Así lo demostró cuando el Senador Quintianus se aprovechó de la persecución del emperador Decio (250-253) contra los cristianos para intentar poseerla. Las propuestas del senador fueron resueltamente rechazadas por la joven virgen, que ya se había comprometido con otro esposo: Jesucristo.
Quintianus no se dio por vencido y la entregó en manos de Afrodisia, una mujer malvada, con la idea de que esta la sedujera con las tentaciones del mundo. Pero sus malas artes se vieron fustigadas por la virtud y la fidelidad a Cristo que demostró Santa Águeda.
Quintianus entonces, poseído por la ira, torturó a la joven virgen cruelmente, hasta llegar a ordenar que se le corten los senos. Es famosa respuesta de Santa Águeda: "Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?". La santa fue consolada con una visión de San Pedro quién, milagrosamente, la sanó. Pero las torturas continuaron y al fin fue meritoria de la palma del martirio, siendo echada sobre carbones encendidos en Catania, Sicilia (Italia).
Según la tradición, en una erupción del volcán Etna, ocurrida un año después del martirio de Santa Águeda (c.250), la lava se detuvo milagrosamente al pedir los pobladores del área la intercesión de la santa mártir. Por eso la ciudad de Catania la tiene como patrona y las regiones aledañas al Etna la invocan como patrona y protectora contra fuego, rayos y volcanes. Además de estos elementos, la iconografía de Santa Águeda suele presentar la palma (victoria del martirio), y algún símbolo o gesto que recuerde las torturas que padeció (ver imagen, arriba).
Tanto Catania como Palermo reclaman el honor de ser la cuna de Santa Águeda. En algunos lugares, el "pan de Santa Águeda" y agua son bendecidos durante la misa de su fiesta.
La Iglesia de Santa Águeda en Roma tiene una impresionante pintura de su martirio sobre el altar mayor.
Fuentes antiguas
Su oficio en el Breviario Romano se toma, en parte de las Actas de latinas de su martirio. (Acta SS., I, Feb., 595 sqq.). De la carta del Papa Gelasius (492-496) a un tal Obispo Victor (Thiel. Epist. Roman. Pont., 495) conocemos de una Basílica de Santa Águeda. Gregorio I (590-604) menciona que está en Roma (Epp., IV, 19; P.L., LXXVII, 688) y parece que fue este Papa quien incluyó su nombre en el Canon de la Misa.
Solo conocemos con certeza histórica el hecho y la fecha de su martirio y la veneración pública con que se le honraba in la Iglesia primitiva. Aparece en el Martyrologium Hieronymianum (ed. De Rossi y Duchesne, en el Acta SS., Nov. II, 17) y en el Martyrologium Carthaginiense que data del quinto o sexto siglo (Ruinart, Acta Sincera, Ratisbon, 1859, 634). En el siglo VI, Venantius Fortunatus la menciona en su poema sobre la virginidad como una de las celebradas vírgenes y mártires cristianas (Carm., VIII, 4, De Virginitate: Illic Euphemia pariter quoque plaudit Agathe Et Justina simul consociante Thecla. etc.).
Irapuato
Sant' Agata Vergine e martire 5 febbraio
Sant’Agata il cui nome in greco Agathé, significava buona, fu martirizzata verso la metà del III secolo, alcuni reperti archeologici risalenti a pochi decenni dalla morte, avvenuta secondo la tradizione il 5 febbraio 251, attestano il suo antichissimo culto.
Agata nacque nei primi decenni del III secolo (235?) a Catania; la Sicilia, come l’intero immenso …Más
Sant' Agata Vergine e martire 5 febbraio
Sant’Agata il cui nome in greco Agathé, significava buona, fu martirizzata verso la metà del III secolo, alcuni reperti archeologici risalenti a pochi decenni dalla morte, avvenuta secondo la tradizione il 5 febbraio 251, attestano il suo antichissimo culto.
Agata nacque nei primi decenni del III secolo (235?) a Catania; la Sicilia, come l’intero immenso Impero Romano era soggetta in quei tempi alle persecuzioni contro i cristiani, che erano cominciate, sia pure occasionalmente, intorno al 40 d.C. con Nerone, per proseguire più intense nel II secolo, giustificate da una legge che vietava il culto cristiano.
Nel III secolo, l’editto dell’imperatore Settimio Severo, stabilì che i cristiani potevano essere prima denunciati alle autorità e poi invitati ad abiurare in pubblico la loro nuova fede. Se essi accettavano di ritornare al paganesimo, ricevevano un attestato (libellum), che confermava la loro appartenenza alla religione pagana, in caso contrario se essi rifiutavano di sacrificare agli dei, venivano prima torturati e poi uccisi.
Era un sistema spietato e calcolato, perché l’imperatore tendeva a fare più apostati possibile che martiri, i quali venivano considerati più pericolosi dei cristiani vivi. Nel 249 l’imperatore Decio, visto il diffondersi comunque del cristianesimo, fu ancora più drastico; tutti i cristiani denunciati o no, dovevano essere ricercati automaticamente dalle autorità locali, arrestati, torturati e poi uccisi.
In quel periodo Catania era una città fiorente e benestante, posta in ottima posizione geografica; il suo grande porto, costituiva un vivace punto di scambio commerciale e culturale dell’intero Mediterraneo.
E come per tutte le città dell’Impero Romano, anche Catania aveva un proconsole o governatore, che rappresentava il potere decentrato dell’impero, ormai troppo vasto; il suo nome era Quinziano, uomo brusco, superbo e prepotente e circondato da una corte numerosa, con i familiari, un numero enorme di schiavi e con le guardie imperiali, dimorava nel ricco palazzo Pretorio con annessi altri edifici, in cui si svolgevano tutte le attività pubbliche della città.
Secondo la ‘Passio Sanctae Agathae’ risalente alla seconda metà del V secolo e di cui esistono due traduzioni, una latina e due greche, Agata apparteneva ad una ricca e nobile famiglia catanese, il padre Rao e la madre Apolla, proprietari di case e terreni coltivati, sia in città che nei dintorni, essendo cristiani, educarono Agata secondo la loro religione.
Cresciuta nella sua fanciullezza e adolescenza in bellezza, candore e purezza verginale, sin da piccola sentì nel suo cuore il desiderio di appartenere totalmente a Cristo e quando giunse sui 15 anni, sentì che era giunto il momento di consacrarsi a Dio. Nei primi tempi del cristianesimo le vergini consacrate, con il loro nuovissimo stile di vita, costituivano un’irruzione del divino in un mondo ancora pagano e in disfacimento.
Il vescovo di Catania accolse la sua richiesta e durante una cerimonia ufficiale chiamata ‘velatio’, le impose il ‘flammeum’, cioè il velo rosso portato dalle vergini consacrate.
Nel mosaico di S. Apollinare Nuovo in Ravenna del VI secolo, è raffigurata con la tunica lunga, dalmatica e stola a tracolla, abbigliamento che lascia supporre che fosse diventata diaconessa.
Il proconsole di Catania Quinziano, ebbe l’occasione di vederla e se ne incapricciò, e in forza dell’editto di persecuzione dell’imperatore Decio, l’accusò di vilipendio della religione di Stato, accusa comune a tutti i cristiani, quindi ordinò che la catturassero e la conducessero al Palazzo Pretorio.
Qui subentrano varie tradizioni popolari, che indicano Agata che scappa per non farsi arrestare e si rifugia in posti indicati dalla tradizione, in una contrada poco distante da Catania, Galermo, oppure a Malta, oppure a Palermo; ma comunque ella viene catturata e condotta da Quinziano.
Il proconsole quando la vede davanti viene conquistato dalla sua bellezza e una passione ardente s’impadronisce di lui, ma i suoi tentativi di seduzione non vanno in porto, per la resistenza ferma della giovane Agata.
Egli allora mette in atto un programma di rieducazione della ragazza affidandola ad una cortigiana di facili costumi di nome Afrodisia, affinché la rendesse più disponibile. Trascorse un mese, sottoposta a tentazioni immorali di ogni genere, con festini, divertimenti osceni, banchetti; ma lei resistette indomita nel proteggere la sua verginità consacrata al suo Sposo celeste, al quale volle rimanere fedele ad ogni costo.
Sconfitta e delusa, Afrodisia riconsegna a Quinziano Agata dicendo: “Ha la testa più dura della lava dell’Etna”. Allora furioso, il proconsole imbastì un processo contro di lei, che si presentò vestita da schiava come usavano le vergini consacrate a Dio; “Se sei libera e nobile” le obiettò il proconsole, “perché ti comporti da schiava?” e lei risponde “Perché la nobiltà suprema consiste nell’essere schiavi del Cristo”.
Il giorno successivo altro interrogatorio accompagnato da torture, tralasciamo i testi degli interrogatori per motivo di spazio, del resto sono articolati diversamente da una ‘passio’ all’altra. Ad Agata vengono stirate le membra, lacerata con pettini di ferro, scottata con lamine infuocate, ma ogni tormento invece di spezzarle la resistenza, sembrava darle nuova forza, allora Quinziano al colmo del furore le fece strappare o tagliare i seni con enormi tenaglie.
Questo risvolto delle torture, costituirà in seguito il segno distintivo del suo martirio, infatti Agata viene rappresentata con i due seni posati su un piatto e con le tenaglie. Riportata in cella sanguinante e ferita, soffriva molto per il bruciore e dolore, ma sopportava tutto per l’amore di Dio; verso la mezzanotte mentre era in preghiera nella cella, le appare s. Pietro apostolo, accompagnato da un bambino porta lanterna, che la risana le mammelle amputate.
Trascorsi altri quattro giorni nel carcere, viene riportata alla presenza del proconsole, il quale visto le ferite rimarginate, domanda incredulo cosa fosse accaduto, allora la vergine risponde: “Mi ha fatto guarire Cristo”. Ormai Agata costituiva una sconfitta bruciante per Quinziano, che non poteva sopportare oltre, intanto il suo amore si era tramutato in odio e allora ordina che venga bruciata su un letto di carboni ardenti, con lamine arroventate e punte infuocate.
A questo punto, secondo la tradizione, mentre il fuoco bruciava le sue carni, non brucia il velo che lei portava; per questa ragione “il velo di sant’Agata” diventò da subito una delle reliquie più preziose; esso è stato portato più volte in processione di fronte alle colate della lava dell’Etna, avendo il potere di fermarla.
Mentre Agata spinta nella fornace ardente muore bruciata, un forte terremoto scuote la città di Catania e il Pretorio crolla parzialmente seppellendo due carnefici consiglieri di Quinziano; la folla dei catanesi spaventata, si ribella all’atroce supplizio della giovane vergine, allora il proconsole fa togliere Agata dalla brace e la fa riportare agonizzante in cella, dove muore qualche ora dopo.
Dopo un anno esatto, il 5 febbraio 252, una violenta eruzione dell’Etna minacciava Catania, molti cristiani e cittadini anche pagani, corsero al suo sepolcro, presero il prodigioso velo che la ricopriva e lo opposero alla lava di fuoco che si arrestò; da allora s. Agata divenne non soltanto la patrona di Catania, ma la protettrice contro le eruzioni vulcaniche e poi contro gli incendi.
L’ultima volta che il suo patrocinio si è rivelato valido, tramite il miracoloso velo, portato in processione dall’arcivescovo di Catania, è stata nel 1886, quando una delle ricorrenti eruzioni dell’Etna, minacciava la cittadina di Nicolosi, posta sulle pendici del vulcano e che venne risparmiata dalla distruzione.
Nel 1040 le reliquie della santa, furono trafugate dal generale bizantino Giorgio Maniace, che le trasportò a Costantinopoli; ma nel 1126 due soldati della corte imperiale, il provenzale Gilberto ed il pugliese Goselmo, le riportarono a Catania dopo un’apparizione della stessa santa, che indicava la buona riuscita dell’impresa; la nave approdò la notte del 7 agosto in un posto denominato Ognina, tutti i catanesi risvegliatasi e rivestitasi alla meglio, accorsero ad onorare la “Santuzza”.
Nei secoli le manifestazioni popolari legate al culto della santa, richiamavano gli antichi riti precristiani alla dea Iside, per questo s. Agata con il simbolismo delle mammelle tagliate e poi risanate, assume una possibile trasfigurazione cristiana del culto di Iside, la benefica Gran Madre, anche se era appena una quindicenne.
Ciò spiegherebbe anche il patronato di s. Agata sui costruttori di campane, perché si sa, nei culti precristiani la campana era simbolo del grembo della Mater Magna. Le sue reliquie sono conservate nel duomo di Catania in una cassa argentea, opera di celebri artisti catanesi; vi è anche il busto argenteo della “Santuzza”, opera del 1376, che reca sul capo una corona, dono secondo la tradizione, di re Riccardo Cuor di Leone.
Il culto per s. Agata fu talmente grande, che fino al XVI secolo, essa era contesa come appartenenza anche da Palermo, la questione è stata a lungo discussa, finché a Palermo il culto per la santa, fu soppiantato da quello per s. Rosalia. Anche a Roma fu molto venerata, papa Simmaco (498-514) eresse in suo onore una basilica sulla Via Aurelia e un’altra le fu dedicata da S. Gregorio Magno nel 593.
Nel XIII secolo nella sola diocesi di Milano si contavano ben 26 chiese a lei intitolate. Celebrazioni e ricorrenze per la sua festa avvengono un po’ in tutta Italia, perfino a San Marino, ma è Catania il centro più folcloristico e religioso del suo culto, le feste sono due il 5 febbraio e il 17 agosto, con caratteristiche processioni con il prezioso busto della santa, custodito nel Duomo.
Vi sono undici Corporazioni di mestieri tradizionali, che sfilano in processione con le cosiddette ‘Candelore’ fantasiose sculture verticali in legno, con scomparti dove sono scolpiti gli episodi salienti della vita di s. Agata. Il busto argenteo, preceduto dalle ‘Candelore’ è posto a sua volta sul “fercolo”, una macchina trainata con due lunghe e robuste funi, da centinaia di giovani vestiti dal caratteristico ‘sacco’.
Tante altre manifestazioni popolari e folcloristiche, oggi non più in uso, accompagnavano nei tempi trascorsi questi festeggiamenti, a cui partecipava tutto il popolo con le Autorità di Catania, devotissimo alla sua ‘Santuzza’.

Autore: Antonio Borrelli