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El sacramento de la Confirmación explicado a los niños 1/2

En el sacramento de la Confirmación, Jesús nos marca con el don del Espíritu Santo

Hacer consciente al adolescente del Don del Espíritu Santo que se recibe en la Confirmación, como ayuda para alcanzar su realización personal y cristiana.

El adolescente experimenta un cambio en sí mismo (físico, social, psicológico), es, por lo tanto, inseguro.

Surgen en él las preguntas: ¿Quién soy? ¿Qué debo hacer? Anhela encontrar los elementos necesarios para descubrir su identidad e intenta dirigir su vida, busca su sentido e "inventa" su realización concreta.

Preguntar si saben en qué consiste "HERRAR" al ganado (R.- Marcarlo con un hierro candente).

Preguntar si saben para qué se hace (R.- Como señal de pertenencia). Algunos jóvenes se tatúan, ¿con qué finalidad? ¿Qué puede significar para ellos la marca tatuada?

Las empresas comerciales, los departamentos de gobierno, los reyes, los obispos, etc., tienen un "emblema" que los identifica. Siempre usan el sello en los documentos oficiales, ¿con qué finalidad?

Al ser humano no le puede bastar la simple vida biológica, porque ésta no puede responder a su búsqueda de amor y libertad. Dios, que conoce esta aspiración del hombre, le comunica su Espíritu, para que con El, con su inspiración y ayuda, el hombre pueda realizarse.

Desde el A.T. Dios prometió la efusión del Espíritu Santo (leer Is 11,2; 42,1; 44,3; o Ez 11,19).

Cristo posee la plenitud del Espíritu Santo (fue concebido por El; actúa bajo su inspiración; es glorificado por El) y lo da generosamente.

En repetidas ocasiones Cristo prometió la efusión del Espíritu Santo. En la "Hora" de Jesús, el momento supremo establecido para la salvación del mundo, muriendo transmitió el Espíritu (Jn 19, 30). Esta promesa la cumplió, como ya vimos, en Pentecostés.

Aquel Espíritu que Cristo había recibido del Padre, lo da ahora a los creyentes, para hacerlos hombres nuevos, capaces de llevar la misma vida que El y tener los mismos sentimientos que El.

Cristo comunica el Espíritu Santo a través de los sacramentos, especialmente en el Bautismo y la Confirmación. En el Bautismo recibimos el Espíritu Santo; la Confirmación perfecciona la gracia bautismal. Por ella los cristianos participarnos más plenamente del Espíritu Santo que Cristo posee.

SIGNOS DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION

Imposición de manos: ésta, realizada por el obispo, es el signo del don del Espíritu Santo. Unción con el Crisma acompañada de la frase: "recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo".

Esta unción ilustra el nombre del cristiano, que significa "ungido" y que tiene su origen en Cristo, al que Dios ungió con el Espíritu Santo.

Por medio de esta unción, el confirmando recibe la "marca", el "sello" del Espíritu Santo, la cual es una marca imborrable. Este sello marca la pertenencia total a Cristo, el estar a su servicio para siempre, pero indica también la protección divina.

Pero la acción del Espíritu en el cristiano no es automática. Es esencial la voluntad libre del hombre (aceptación y respuesta) para que el Espíritu pueda actuar en él. Hay que "dejarse guiar por el Espíritu", así el creyente llega a ser, en el Espíritu, otro Cristo, el hombre más plenamente realizado.

Ya reunidos se lee Gál 5, 19-25. Después se les pregunta:

¿Cuáles son las obras de la carne, que describe San Pablo? ¿Puedes señalar otras?

Meditar en silencio cuál(es) obra(s) de la carne más te esclaviza y te dificulta llegar a ser mejor.

Los signos del sacramento de la Confirmación, presencia de Jesús entre nosotros

Descubrir la riqueza del Sacramento de la Confirmación a través de los signos de su celebración para reconocer en ellos la presencia y acción santificadora del Espíritu Santo en nuestras vidas.

"Dios habla al hombre a través de la creación visible... La luz y la noche, el viento y el luego, el agua y la tierra, el árbol y los frutos hablan de Dios, simbolizan a la vez su grandeza y su proximidad" (CIC 1147).

En la vida humana, los signos ocupan un lugar importante. Siendo seres a la vez corporales y espirituales, expresamos y percibimos las realidades espirituales a través de signos materiales (ver CIC 1146).

"La celebración litúrgica comprende signos y símbolos que se refieren a la creación (luz, agua, fuego), a la vida humana (lavar, ungir, partir el pan) y a la historia de la salvación (los ritos de la Pascua). Insertos en el mundo de la fe y asumidos por la fuerza del Espíritu Santo, estos elementos cósmicos, estos ritos humanos, estos gestos del recuerdo de Dios se hacen portadores de la acción salvífica y santificadora de Cristo" (CIC 11 89).
www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml
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