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9 junio BEATA ANA MARÍA TAIGI. YossMaria Jun 2, 2010 1837 P.C. Fiesta: 9de junio Patrona de las madres de familia. Esposa, madre, viuda, terciaria de la orden Trinitaria. Mística con muchas visiones …Más
9 junio BEATA ANA MARÍA TAIGI.

YossMaria Jun 2, 2010 1837 P.C. Fiesta: 9de junio
Patrona de las madres de familia.
Esposa, madre, viuda, terciaria de la orden Trinitaria.
Mística con muchas visiones del futuro.

Nació en Siena. Su cuerpo incorrupto se encuentra en Roma donde aun se puede ver dentro de un ataúd de vidrio en la Iglesia de S. Juan Crisógono.
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9 junio - BEATA ANA MARÍA TAIGI
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SANTOS DEL MES DE JUNIO.
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SANTOS DEL MES DE JUNIO.

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Irapuato
El Evangelio de Hoy Jueves 09 de Junio 2011
Lecturas del día:
*Lectio Divina (Primera Lectura)
*El Evangelio de hoy
Primera Lectura (Lectio Divina)
Hechos 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días, el comandante, queriendo saber con exactitud de qué
acusaban a Pablo los judíos, mandó que le quitaran las cadenas,
convocó a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando
consigo a Pablo, lo hizo …Más
El Evangelio de Hoy Jueves 09 de Junio 2011

Lecturas del día:
*Lectio Divina (Primera Lectura)
*El Evangelio de hoy

Primera Lectura (Lectio Divina)
Hechos 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días, el comandante, queriendo saber con exactitud de qué
acusaban a Pablo los judíos, mandó que le quitaran las cadenas,
convocó a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando
consigo a Pablo, lo hizo comparecer ante ellos. Como Pablo sabía que
una parte del sanedrín era de saduceos y otra de fariseos, exclamó:
"Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos, y me quieren juzgar
porque espero la resurrección de los muertos".
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos,
que ocasionó la división de la asamblea. (Porque los saduceos niegan
la otra vida, sea de Angeles o de espíritus resucitados; mientras que
los fariseos admiten ambas cosas). Estalló luego una terrible gritería
y algunos escribas del partido de los fariseos, se pusieron de pie y
declararon enérgicamente: "Nosotros no encontramos ningún delito en
este hombre. ¿Quién puede decimos que no le ha hablado un espíritu o
un ángel?"
El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que
hicieran pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacarlo de
allí y llevárselo al cuartel.
En la noche siguiente se le apareció el Señor a Pablo y le dijo: "Ten
ánimo, Pablo; porque así como en Jerusalén has dado testimonio de mí,
así también tendrás que darlo en Roma".
+ Meditatio
Ya Jesús había anunciado en el momento de la Ascensión que el
Evangelio habría de ser anunciado a todo el mundo. Pablo, que ha sido
llamado por el Señor a ser su testigo, tendrá ahora que ir hasta la
cuna del Imperio para ahí, delante del emperador, dar testimonio de
Jesús.
Es importante en este pasaje el darnos cuenta que si en principio
Pablo evangelizaba por iniciativa propia e iba a donde el quería,
ahora es el mismo Señor, quien valiéndose de las circunstancias, lo
envía a Roma. Pensemos cuántas veces, Dios nos envía a diferentes
ciudades, trabajos, ambientes y nos desestabiliza, para con ello
llevarnos a una nueva oportunidad de predicar y de ser sus testigos.
Lo que muchas veces consideramos una "tragedia" o una situación
desagradable, puede ser o convertirse en la ocasión que Dios nos
propone para que nuestro testimonio se haga visible y de esta manera
atraer hacia él a otras personas, que de otra manera posiblemente
nunca lo hubieran conocido.
Sepamos descubrir en todo incidente la mano amorosa de Dios que nos
invita a ser sus testigos, hasta los últimos confines del mundo.
+ Oratio
Sé, Señor, que en todo intervienes tú para bien de los que te amamos,
así que solo te pido que me enseñes, con tu gracia, a ser un fiel
testigo en cada situación sin importar si me siento alegre y
complacido o si me siento triste y atribulado; que en cualquier
momento esté listo para que con mi voz y mis acciones le diga al mundo
lo bueno y maravilloso que eres.
+ Operatio
Hoy haré un recuento de situaciones difíciles en mi vida y voy a
pensar cómo hubiera podido dar un mejor testimonio de mi fe en esos
casos para que, en un futuro, cuando volviera a pasar por alguna
circunstancia similar, dar un verdadero testimonio.
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El Evangelio de hoy
Juan 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, no
sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer
en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú,
Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y
el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como
nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea
perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas,
como me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has
dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has
amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y
éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu
nombre y se lo seguiré dando conocer, para que el amor con que me amas
esté en ellos y yo también en ellos."
+ Reflexión
Podríamos decir que de acuerdo a la predicación de Jesús hay dos
elementos que hacen o harían evidente el amor de Dios y por ende
nuestro ser cristiano: El primero es el amor y nuestras buenas obras.
El segundo que es el que nos menciona hoy Jesús: es "que su unidad sea
perfecta". Por ello, donde hay desunión y discordia es difícil
reconocer la presencia de Dios y de la comunidad cristiana. El libro
de los Hechos nos dice que la primera comunidad no sólo tenía todo en
común sino que, y aún más importante, tenían un sólo corazón. Por ello
es triste encontrar comunidades cristianas en donde los unos y los
otros se atacan, se muerden, hablan mal unos de otros, hay envidias y
rivalidades. Con este testimonio, ¿cómo será posible que los que nos
rodean puedan creer en el Dios del amor? ¿Cómo descubrir la presencia
del Dios que unifica si constantemente somos causa de desunión, si
cada uno en la comunidad ve únicamente por su propio beneficio?
Padre, que sean uno como nosotros somos uno. Esta es la oración que
ahora pedimos al Espíritu Santo de llevarnos a la unidad. Ven Espíritu
Santo y únenos en el amor, la comprensión y el perdón.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Irapuato
👏 MsPandeVida--!Es verdad--los Santos comparten muchas virtudes!--razones por las cuales N.Sr. los bendice con tantos dones... 👏 👏
MsPandevida
☕ wow SE PARESE MUCHO A LA BIOGRAFIA DE CONCHITA CABRERA
DE"" ARMIDA""!!!
GRACIAS!!!!!!!!!!!
Irapuato
PROFECÍAS DE LA BEATA ANA MARÍA TAIGI
wwwapostoladoeucaristico.blogspot.com/…/profecias-de-la…
La Beata Ana María Taigi (1769-1837), madre de familia, enriquecida con maravillosos carismas. Dios la eligió para que fuera una HOSTIA de EXPIACION Y UN BALUARTE contra los enemigos de la Iglesia en el siglo XVIII. Los dones intelectuales que le fueron concedidos constituyeron UN MILAGRO PERMANENTE sin …Más
PROFECÍAS DE LA BEATA ANA MARÍA TAIGI
wwwapostoladoeucaristico.blogspot.com/…/profecias-de-la…
La Beata Ana María Taigi (1769-1837), madre de familia, enriquecida con maravillosos carismas. Dios la eligió para que fuera una HOSTIA de EXPIACION Y UN BALUARTE contra los enemigos de la Iglesia en el siglo XVIII. Los dones intelectuales que le fueron concedidos constituyeron UN MILAGRO PERMANENTE sin precedentes en la "HISTORIA DE LA MISTICA". Poco tiempo después de haber entrado en la vida perfecta, vio aparecer ante ella UN GLOBO DE ORO, que se convirtió en un SOL incomparablemente luminoso, en el que veía todas las cosas y sucesos de la tierra. "Sabia con seguridad la suerte de los difuntos. Su mirada llegaba hasta las extremidades del mundo y allí reconocía a personas que nunca había visto y las penetraba hasta el fondo del alma. Los sucesos pasados, las cosas por suceder se revelaban a su mirada. Veía el mundo entero como nosotros vemos la fachada de un edificio", dice uno de sus biógrafos.

El sacerdote, su confesor, tuvo un día una discusión con otra persona sobre EL PEQUEÑO NUMERO DE LOS ESCOGIDOS, o sea de los que se salvan; sostenía que en nuestros día la MAYORIA DE LOS CRISTIANOS SE PIERDEN, y su contrincante defendía lo contrario. Habiendo tenido conocimiento de esta discusión, la venerable mujer miró su SOL y vio en él la suerte de las personas fallecidas durante aquel día ; muy pocas, ni siquiera DIEZ de ellas habían subido al cielo directamente; muchas se detuvieron en el purgatorio y las otras cayeron en el infierno en tan gran número, "COMO LOS COPOS DE NIEVE EN PLENO INVIERNO" (opinión semejante tuvieron muchos santos, entre ellos San Leonardo Porto Mauricio, Santa Teresa de Jesús, los Videntes de Fátima y Sor Josefa Menéndez.)

Las profecías se extienden a todas las cosas: a los vivos, a los difuntos, al orden sobrenatural y al orden moral, a los secretos de la naturaleza, a las enfermedades y su duración, a los pensamientos ocultos y al porvenir de la IGLESIA y de toda la HUMANIDAD.
"Yo he hecho por ti –le dice NUESTRO SEÑOR- lo que no he hecho todavía por ningún otro de mis servidores, al concederte un don que ninguno de ellos poseyó jamás." Su mirada profética abarca hasta la llegada del ANTICRISTO, cuyos tiempos se avecinan… Un día vio que su SOL se abría y daba paso a torrentes de sangre, mientras la VIRGEN intercede para detener los castigos preparados. Símbolos de las grandes crisis, mediante las cuales DIOS iba a purificar la IGLESIA. Parecía desencadenarse un espantoso ciclón, el cielo ardía, temblaba la tierra, se vislumbran pestes, revoluciones, revueltas, matanzas, batallas, negros aeróstatos, que recorrían el cielo cubriendo la tierra de fuego y de tinieblas… Y anunció que DIOS enviaría a la HUMANIDAD dos castidos; uno, en forma de guerras, revoluciones y otras tribulaciones, originados en la tierra, y otro, enviado desde el cielo: Vendrán sobre el mundo unas tinieblas que durarán tres días y tres noches. Nada será visible y el aire se volverá pestilente y nocivo y dañará, aunque no exclusivamente, a los enemigos de la RELIGION. Durante estos días de tinieblas, la luz artificial será imposible, sólo las velas benditas (de cera) darán luz. (Esta bendición es la que se recibe el día 2 de febrero en la Festividad de la Purificación de Nuestra Señora o fiesta de la Candelaria.) Sobre los tres días de tinieblas al fin de los Tiempos o al FIN del MUNDO hablan además de los Evangelios más de 30 Videntes diferentes, resultando uno de los acontecimientos más declarados; pero hay algunos comentaristas que se inclinan a creer en que habrá dos veces las tinieblas anunciadas, o dos VENIDAS de Ntro. SEÑOR, una como SEÑOR Y DOCTOR al fin de los TIEMPOS y otra como JUEZ al final del MUNDO ACTUAL. También hablan de la APARICIÓN de dos VECES la SEÑAL del SEÑOR en los CIELOS.
Irapuato
ANA MARÍA TAIGI
Beata
1837 P.C.
Fiesta: 9de junio
Patrona de las madres de familia.
Esposa, madre, viuda, terciaria de la orden Trinitaria.
Mística con muchas visiones del futuro.
Nació en
Siena. Su cuerpo incorrupto se encuentra en Roma donde aun se puede ver dentro de un ataúd de vidrio en la Iglesia de S. Juan Crisógono.
Biografía

Tal vez no hubo en toda Roma, durante el siglo diecinueve, una …Más
ANA MARÍA TAIGI
Beata
1837 P.C.
Fiesta: 9de junio
Patrona de las madres de familia.
Esposa, madre, viuda, terciaria de la orden Trinitaria.
Mística con muchas visiones del futuro.
Nació en
Siena. Su cuerpo incorrupto se encuentra en Roma donde aun se puede ver dentro de un ataúd de vidrio en la Iglesia de S. Juan Crisógono.
Biografía

Tal vez no hubo en toda Roma, durante el siglo diecinueve, una mujer más notable que Ana María Taigi, la abnegada y trabajadora esposa de un criado y la madre ejemplar de muchos hijos, quien fue honrada con la particular estimación de tres sucesivos Pontífices y cuya pobre casa fue el centro de reunión para muchos de los altos personajes de la Iglesia y el Estado que buscaban su intercesión, su consejo y su opinión, en las cosas de Dios.

Ana María Antonia Gesualda nació el 29 de mayo de 1769, en Siena, donde su padre era boticario. La familia perdió sus bienes y, reducida a la pobreza, emigró a Roma, donde los padres de Ana trabajaron en el servicio doméstico en casas particulares, mientras que la joven se internaba en una institución que se encargaba de educar a los niños sin recursos. A la edad de trece años, Ana comenzó a ganarse el pan con su trabajo. Durante algún tiempo estuvo empleada en una fábrica de tejidos de seda y después entró al servicio ce una noble dama en su palacio.
Al convertirse en mujer, experimentó una fuerte inclinación por los vestidos ostentosos y el deseo de ser admirada, lo que en ocasiones la puso al borde del mal y, si no cayó en los abismos del pecado fue por sus buenos principios. Además, en 1790, cuando tenía veintiún años, se salvó de las tentaciones al casarse con Domenico Taigi, un servidor del palacio Chigi. Aun entonces seguían atrayéndola las cosas del mundo, pero poco a poco, la gracia se iba adueñando de su corazón y sintió remordimientos de conciencia que la impulsaron a hacer una confesión general.
Esposa y madre ejemplar
Su primer intento de abrir el corazón ante un sacerdote, chocó con una seca negativa; pero la segunda tentativa tuvo éxito. Encontró la guía espiritual que necesitaba.. en un fraile servita, el padre Angelo, quien habría de ser su confesor durante muchos años. El sacerdote se dio cuenta desde un principio que estaba tratando con un alma elegida y ella, por su parte, siempre consideró el momento en que conoció al padre Angelo como la hora de su conversión. Desde aquel día renunció a todas las vanidades del mundo y se contentó con vestir las ropas más sencillas. No volvió a tomar parte en diversiones mundanas, a menos que su esposo se lo pidiera especialmente. Su mayor consuelo y alegría los encontró en la oración, y su generoso deseo de someterse a mortificaciones externas, tuvo que ser moderarlo por su confesor quién lo adaptó a los límites en que no afectara los deberes de su vida diaria como ama de casa. Su marido era un buen hombre, pero de escasas luces y muy quisquilloso; si bien apreciaba las evidentes cualidades de su esposa, nunca pudo comprender los heroicos esfuerzos de Ana por adquirir la santidad ni sus dones especiales. Ella siempre cumplía su deberes cotidianos del hogar con extraordinaria entrega.
Con referencia a la época en que la beata comenzaba ya a ser conocida y admirada, Domenico declaró: "Con frecuencia sucedía que. al regresar a casa, la encontraba llena de gente desconocida. Pero en cuanto Ana me veía, dejaba cualquiera, ya fuese una gran señora o tal vez un prelado el que tuviese con ella, se levantaba y acudía a atenderme con el afecto y la solicitud de siempre. Se podía ver que lo hacía con todo el corazón; se habría arrodillado en el suelo a quitarme los zapatos, si yo se lo hubiese permitido. En resumidas cuentas, aquella mujer era una felicidad para mí y un consuelo para todos... Con su maravilloso tacto, era capaz de mantener una paz celestial en el hogar, a pesar de que éramos muchos, de muy distinto temperamento y había toda clase de problemas, sobre todo cuando Camilo, mi hijo mayor, se quedó a vivir con nosotros durante los primeros tiempos de su matrimonio. Mi nuera era una mujer que se complacía en crear la discordia y se empeñaba en desempeñar el papel de ama de casa para molestar a Ana; pero aquella alma de Dios sabía cómo mantener a cada cual en el puesto que le correspondía y lo hacía de una manera tan sutil, tan suave, que no la puedo describir. A veces llegaba yo a la casa cansado, de mal humor y hasta enojado, pero ella siempre se las arreglaba para aplacarme y hacerme alegre la existencia."
La familia que Ana debía cuidar estaba formada por sus siete hijos, dos de los cuales murieron cuando eran pequeños, su marido y sus padres, que vivían con ella. Cada mañana, los reunía a todos para orar; a los que podían. Los llevaba a oír misa y por la noche volvían a reunirse todos para escuchar lecturas espirituales y rezar las plegarias. Ana se preocupaba, sobre todo, de vigilar la conducta de los niños.
También tenía tiempo la beata para trabajar en sus costuras con las que, muchas veces, complementó el escaso salario de su marido, y, otras, pudo socorrer a los más pobres que ella, porque siempre fue extraordinariamente generosa y enseñó a sus hijos a serlo.
Visiones y experiencias místicas
Se diría que un trabajo doméstico tan excesivo hubiese monopolizado las energías de cualquier mujer; sin embargo, las obligaciones familiares no la privaban de entregarse a experiencias místicas de gran altura. Para dar una idea de lo que era aquello, recurrimos a las memorias sobre la beata, escritas después de su muerte por el cardenal Pedicini, a quien conoció por intermedio de su confesor y con quien compartió, durante treinta años la dirección espiritual de aquella alma elegida. Muy posiblemente, a través del cardenal se dieron a conocer las excelsas virtudes y dones sobrenaturales de la beata. Desde el momento de su conversión, Dios la gratificó con maravillosas intuiciones sobre sus designios respecto a los peligros que amenazaban a la Iglesia, sobre acontecimientos futuros y sobre los misterios de la fe. Estas cosas se le revelaron a Ana en un "sol místico" que reverberaba ante sus ojos y en el que vio también las iniquidades que los hombres cometían continuamente contra Dios. En aquellas ocasiones sentía que era su deber dar satisfacciones al Señor por aquellos agravios y ofrecerse como víctima.
Por eso sufría Ana verdaderamente agonías físicas y mentales cuando se entregaba a la plegaria por la conversión de algún pecador endurecido. Con frecuencia leía los pensamientos y adivinaba los motivos entre las gentes que la visitaban y, en consecuencia, podía ayudarlas de una manera que parecía sobrenatural. Entre las personalidades que estuvieron relacionadas con ella, debe mencionarse a San Vicente Strambi, a quien ella pronosticó la fecha exacta de su muerte.
En los primeros años después de su conversión, Ana María tuvo abundantes consuelos espirituales y arrobamientos, pero más tarde, especialmente durante los últimos años de su vida, sufrió grandemente por los ataques de Satanás. Estas pruebas, aunadas a los quebrantos de su salud y a las murmuraciones y calumnias, le dieron ocasión para mostrar resignación y soportarlas alegremente. El 9 de junio de 1837 murió, al cabo de nueve meses de agudos sufrimientos, a la edad de sesenta años.
Fue beatificada en 1920 y su sepulcro se encuentra en Roma, en la iglesia San Crisógono, de los padres Trinitarios, en cuya orden la beata era terciaria. Su cuerpo yace en ataúd de cristal para que su cuerpo incorrupto pueda contemplarse.

Fuente: Vida de los Santos de Butler, Vol. II.
Oración
(dictada por la Virgen durante un éxtasis)

Postrada a vuestros pies, gran reina del cielo, yo os venero con el más profundo respeto y confieso que sois Hija de Dios Padre, Madre del Verbo Divino, Esposa del Espíritu Santo. Sois la tesorera y la distribuidora de las divinas misericordias. Por eso os llamamos Madre de la divina Piedad. Yo me encuentro en la aflicción y la angustia. Dignaos mostrarme que me amáis de verdad. Os pido igualmente que roguéis con fervor a la Santísima Trinidad para que nos conceda la gracia de vencer siempre al demonio, al mundo y las malas pasiones; gracia eficaz que santifica a los justos, convierte a los pecadores, destruye las herejías, ilumina a los infieles y conduce los judíos a la verdadera fe. Obtenednos que el mundo entero forme un solo pueblo y una sola Iglesia.
www.corazones.org/santos/ana_maria_taigi.htm