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EWTN Santo Rosario - Misterios Dolorosos. DeusMeDixit | December 18, 2010 Los misterios dolorosos del Santo Rosario se rezan generalmente los días martes y viernes (EWTN).Más
EWTN Santo Rosario - Misterios Dolorosos.

DeusMeDixit | December 18, 2010 Los misterios dolorosos del Santo Rosario se rezan generalmente los días martes y viernes (EWTN).
Irapuato
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Dianys
A rezar 🙏 🙏
sharoncatalina
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muy lindo
Irapuato
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sonypozo
legionaria de maria
Irapuato
Los misterios dolorosos del Santo Rosario se rezan generalmente los días martes y viernes (EWTN).
Dijo Juan Pablo II: "Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo. La piedad cristiana, especialmente en la Cuaresma, con la práctica del Via Crucis, se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son el culmen de la revelación del amor …Más
Los misterios dolorosos del Santo Rosario se rezan generalmente los días martes y viernes (EWTN).

Dijo Juan Pablo II: "Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo. La piedad cristiana, especialmente en la Cuaresma, con la práctica del Via Crucis, se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son el culmen de la revelación del amor y la fuente de nuestra salvación. El Rosario escoge algunos momentos de la Pasión, invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazón y a revivirlos. El itinerario meditativo se abre con Getsemaní, donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre, contra la cual la debilidad de la carne se sentiría inclinada a rebelarse. Allí, Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este «sí» suyo cambia el «no» de los progenitores en el Edén. Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes, en los que, con la flagelación, la coronación de espinas, la subida al Calvario y la muerte en cruz, se ve sumido en la mayor ignominia: Ecce homo!

En este oprobio no sólo se revela el amor de Dios, sino el sentido mismo del hombre. Ecce homo: quien quiera conocer al hombre, ha de saber descubrir su sentido, su raíz y su cumplimiento en Cristo, Dios que se humilla por amor «hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2, 8). Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesús poniéndose al pie de la cruz junto a María, para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora" (Rosarium Virginis Mariae, 22).